I
Te sucede cuando sacas el pie fuera del colchón. En ese momento
sientes que estás en terreno de nadie, que tu pie es pieza codiciada
por una manada de leones que merodea en la frontera de tu cama,
ávida, oliendo la muerte, hasta que el miedo te hace cosquillas en
la nuca con sus dedos largos, y caes en la cuenta de que puedes
recoger el pie y devolverlo al colchón, el lugar de donde nunca
debería haber salido. Entonces llega la paz, y la lucha contra la
noche no es más que un mero trámite burocrático.
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II
Y así fue, no lo hizo. Los aficionados atléticos, al principio de
temporada, no nos imaginábamos a estas alturas de mayo con algo por
disputar. Menos aún cuando meses antes veíamos a sus delanteros
cabalgar lánguidos las áreas rivales, bufando, creyendo que no
había nada más perezoso que marcar un gol. La táctica de Simeone
fue la de esperar ganando, 1-0 tras 1-0, hasta que sus rivales más
directos, Real Madrid y Barça, se enfrentaron entre sí y algo hizo
prever que lo del pie sólo había sido un susto. El Atleti derrumbó
al Barça y lo llevó al precipicio reservado para ellos en numerosas
ocasiones. Al final el tiro en el pie no se produjo, pero al Atlético
eso de ver andar en el filo le gusta, y cuanto más preocupados se
mostraban los otros, más grande se hacía.
Llegó a empatar a puntos con el primero de la liga, cuando el mes
antes el liderato era una causa tan ridícula como la búsqueda de
Cesárea Tijanero por el desierto de Sonora, en Los detectives
salvajes. Sin embargo, en la
Champions consiguió salir vivo de un bombardeo pocas veces visto
antes en el fútbol. De nuevo, el aficionado del Atlético de Madrid
veía a su equipo en una final de Europa, en tres años, algo difícil
de creer y aún más difícil de explicar. Ha llegado con varias
magulladuras pero con sangre en la boca. El Cholo espera a su
siguiente víctima. No es una cita con la Historia, como muchos han
afirmado. Es una nueva noche con el pie fuera de la cama. Al
argentino le atrae eso de experimentar el pánico.
III
La temporada del Real Madrid no ha
sido buena, y eso, para el seguidor atlético, es como si un silencio
helado se acercara a sus costillas. Tampoco fue buena la temporada de
la Décima, y al final, cuando muchos creíamos ver el balón dando
un lengüetazo al poste derecho de Courtois, lo que realmente sucedió
fue que Ramos acudió desgobernado a sus aficionados mostrando una
cabeza entre las manos. El Madrid está demasiado acostumbrado a
hacer cosas muy grandes en temporadas poco buenas. Es el equipo capaz
de no dejarte posar el pie en el colchón, de arrancártelo de cuajo.
Muchos argumentan que el Atleti es el primer equipo serio al que va a
enfrentarse el Real Madrid, y lo hacen como autodefensa, pero no
pueden disimular una mueca nerviosa en la comisura de los labios
cuando lo pronuncian. Yo siempre he mantenido, tajante, que al Madrid
le tengo mucho miedo. No obstante, el Cholo nos ha enseñado a
disparar una vez y dar, a afincarnos en nuestro área sin dolor
apenas, a ganar sabiendo lo que se hace, y a no tener miedo cuando se
duerme con el pie fuera del colchón.
Publicado en Andalucía Información (27/05/2016)
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