tag:blogger.com,1999:blog-73451104596516588602023-11-16T16:51:13.996+01:00La enfermedad de las TurasLa enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.comBlogger59125tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-398287141498818002019-09-24T12:18:00.000+02:002019-10-04T11:49:26.209+02:00Yo os digo: Bienaventurada la Feria<br />
<div align="right" style="background: transparent; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><i>A mi amigo Chiqui</i></span></div>
<div align="justify" style="background: transparent; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="background: transparent; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Mientras otras ciudades, desde
principios de septiembre, acarician con desgana la manta otoñal con
que este mes las envuelve, en nuestra ciudad, Arcos de la Frontera,
aún contemplamos el trasero del verano que colea como el rabo de un
perro. Alargamos de manera natural el estío, con la misma sencillez
y espontaneidad con que una bailarina sonríe mientras baila con la
punta del pie. Si Juan Carlos Aragón hubiera nacido en Arcos de la
Frontera, no habría podido escribir “<i>Septiembre es el llanto de
un mes / de un verano después / de un amor que se ha ido</i>”, o
el mismo Juan Bonilla tampoco podría haber finalizado su poema
<i>Muchachas de septiembre</i><span style="font-style: normal;"> con
los versos “</span><i>sabremos que el hastío ha vuelto a
derrotarnos, / sabremos que perdimos otro verano más. / Que nos ganó
la vida una trivial batalla”</i><span style="font-style: normal;">,
simplemente, porque no existe el espacio-tiempo fin de verano en
nuestro septiembre. Si argumentáramos esto a cualquier amigo de otro
lugar del mundo, éste se extrañaría, y sin duda alguna pediría
las causas, los motivos por los cuales este suceso. Nosotros,
acostumbrados a la sorpresa ante tal singularidad, sentenciaríamos:
En Arcos no termina el verano hasta que no termina la Feria. </span>
</span></div>
<div align="justify" style="background: transparent; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWLa9IMgeGKoPp6dFK5YkMayAwCkBwDEiOarhZQpzkypJHYACUP69M0Hh3fM5Dxp8iJWakYeApZBRmfKPBf8SXpH4XjgGpDp2v1Fy6qC3ZqBRI9JgJp-ZKdM1ehHMSjvPbJhzF04CzGEU/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><img border="0" data-original-height="176" data-original-width="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWLa9IMgeGKoPp6dFK5YkMayAwCkBwDEiOarhZQpzkypJHYACUP69M0Hh3fM5Dxp8iJWakYeApZBRmfKPBf8SXpH4XjgGpDp2v1Fy6qC3ZqBRI9JgJp-ZKdM1ehHMSjvPbJhzF04CzGEU/s1600/images.jpg" /></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-style: normal;">L</span><span style="font-style: normal;">a
Feria de San Miguel es nuestro escudo, el parapeto con el que nos
defendemos de la pronta llegada del otoño. Aún nos quedan fuerzas
en septiembre para ir </span><span style="font-style: normal;">a</span><span style="font-style: normal;">
la playa, siempre con la excusa en la boca de que hay que estar
morenos para la feria. Además, </span><span style="font-style: normal;">en
septiembre</span><span style="font-style: normal;"> también </span><span style="font-style: normal;">guardamos</span><span style="font-style: normal;">
argumentos suficientes para dejar las </span><span style="font-style: normal;">tareas</span><span style="font-style: normal;">
inútiles para otro momento, porque </span><span style="font-style: normal;">si
cualquier ciudadano posterga sus promesas para año nuevo, el arcense
lo hace para después de Feria. Quiero decir, que un arcense va a
empezar a estudiar las oposiciones después de Feria, va a ir al
gimnasio después de Feria y va a empezar la dieta después de Feria.
</span><span style="font-style: normal;">Así pues, queridos, ¿no es
la Feria</span><i> </i><span style="font-style: normal;">de San Miguel
</span><span style="font-style: normal;">una seña intrínseca del
arcense?, ¿no es la festividad más limpia -</span><span style="text-decoration: none;"><span style="font-style: normal;">con
limpia me refiero a libre de cualquier convención social-</span></span><span style="font-style: normal;">
que tenemos?, ¿acaso importa algo en Feria, acaso no bailamos con la
misma efusividad sevillanas de Los del Río que canciones de Duncan
Dhu, Los Chanclas o Don Omar? </span><span style="font-style: normal;">Yo
os digo:</span><span style="font-style: normal;"> </span><span style="font-style: normal;">Bienaventurada
la Feria porque hace que nos riamos , Bienaventurados aquellos que
bajan a la Feria, que viven la Feria, que no traicionan nuestro
emblema contra las garras oscuras del otoño por disfrutar de un </span><span style="font-style: normal;">t</span><i>odo
incluido</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="justify" style="background: transparent; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-style: normal;">A
</span><span style="font-style: normal;">veces no he podido estar en
Feria. En esas ocasiones sólo he pedido una cosa a mis amigos: que
me envíen una foto bebiendo </span><i>Tío Pepe</i><span style="font-style: normal;">.
Mis amigos, sabedores de la importancia del </span><i>Tío Pepe</i><span style="font-style: normal;">
en Feria, nunca me faltaron. Porque esa es otra, los ritos </span><span style="font-style: normal;">y</span><span style="font-style: normal;">
las bandas sonoras que se repiten año tras año con los amigos: el
día tal que reservas para almorzar con ellos, la tarde cual en la
que vas a ver un concierto con ellos, la noche </span><span style="font-style: normal;">en
la que terminas a grito pelado cantando </span><i>Maradó, Maradó</i><span style="font-style: normal;">
con ellos,siempre con ellos, con los que permanecen todo el año en
el pueblo y con los que vienen exclusivamente para esa fecha, la
Feria de San Miguel, </span><span style="font-style: normal;">a
finales de septiembre,</span><span style="font-style: normal;">
</span><span style="font-style: normal;">marcada en el calendario como
cita ineludible para la amistad. Porque de eso se trata, de la
amistad. </span><i>“</i><i>La amistad es dos hombres / que vuelven
de la feria, o de la vida, / (que vuelven de la feria que es la vida)
/ hermanados, riéndose, llorando / con los brazos al hombr</i><i>o</i><i>
y los ternos sucios</i><span style="font-style: normal;">, dicen unos
versos de Pedro Sevilla. </span><span style="font-style: normal;">Hagámosle
caso, pues, ensuciemos nuestros zapatos de albero y celebremos la
amistad en la Feria, la Feria de San Miguel, a finales de septiembre,
ya saben, el auxilio del arcense contra las zarpas sombrías del
otoño. </span>
</span></div>
<br />La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-73257845217958011492016-12-02T00:42:00.000+01:002016-12-02T00:42:48.917+01:00Instrucciones para ver El Clásico<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En primer lugar, es preciso situarlo en las coordenadas exactas en
donde va a producirse el encuentro. El calendario de liga y los
periódicos dicen que es en la ciudad de Barcelona, en el estadio
Camp Nou. Dicho dato debe ser considerado orientativo. El Clásico es
un encuentro en el que el espacio y el tiempo pasan a ser dos
elementos secundarios, como el color de las botas de los jugadores.
Es decir, se dice que es en Barcelona pero lo que va a ocurrir podría
ser perfectamente en El Cairo o en Bangladesh.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">
En otro orden de cosas, es recomendable ir bien aseado a la cita, con
la camisa cerrada hasta el último botón. No importa si lo ve solo o
acompañado, en ese momento, poco le va a importar si los macarrones
se le han pegado dos horas antes o si se ha quemado al sacar la pizza
del horno; si su cuñado le ha hablado de la muerte de Fidel Castro o
si su esposa le ha invitado a sacar la basura justo cuando se calzaba
los zapatos para salir. En fin, tome asiento relajado y cruce las
piernas solemne porque, ante todo, lo que no debe es alterarse.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtCi6xnxAzWuEdrO5cdvKIMxVypEl-QbbuKZ7cxyDIh4Fpa6y4TiaGSY2rcPuBbCP88ivCbyADgP3Fc5p1CgS-W-AYIQTdAit6yG62ru59l_RzLu_BeCwJi698RsMbRp6_VsBPIZHrswc/s1600/19-11-05_Ronaldinho_2_gol_02.v1323350156.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtCi6xnxAzWuEdrO5cdvKIMxVypEl-QbbuKZ7cxyDIh4Fpa6y4TiaGSY2rcPuBbCP88ivCbyADgP3Fc5p1CgS-W-AYIQTdAit6yG62ru59l_RzLu_BeCwJi698RsMbRp6_VsBPIZHrswc/s1600/19-11-05_Ronaldinho_2_gol_02.v1323350156.jpg" /></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">
Una vez iniciado pueden acaecer varias situaciones. Recuerda, no
desespere. Una de las posibles tesituras en las que puede verse
envuelto es la siguiente: a Cristiano Ronaldo se le antoja volver a
pedir calma en territorio hostil. Si este hecho le provoca urticaria,
tranquilícese, quizás en la jugada posterior Ronaldinho haga un
eslalon desde el centro del campo con la tranquilidad con que un
emperador entraba por un arco saludando a sus esclavos. En el caso de
que Raúl Blanco marque el empate a dos en el tiempo de descuento y
se lleve el dedo índice a sus labios sellados, no piense que debe
callar, en cualquier caso deberá abrazarse a la persona de al lado
o, por el contrario, deberá increpar a la pantalla del televisor
como al conductor que estuvo a punto de atropellarlo en un paso de
cebra. Considérese en la misma situación si Geovanni marca también
cuando el partido da un respingo y hace tres cortes de manga al
público. Si Luis Enrique está en el banquillo dando instrucciones a
todos los jugadores menos a Messi, no se sorprenda si en cualquier
momento marca un gol y va a restregárselo a la grada madridista
estirando la camiseta del Barça hasta decolorarla. También puede
ser que la burla vaya dirigida a la grada blaugrana y que esta vez la
camiseta que pierda textura sea la del equipo blanco. Depende del
minuto en que circule el enfrentamiento. Asimismo, aunque Zidane esté
en el área técnica, sepa que es capaz de meter un gol por la
escuadra que dé el pase a la Final de la Champions en el partido de
ida, y que incluso puede alegar que sentenció rápido porque
necesitaba ingeniar uno de los goles más increíbles del deporte.
Rivaldo es muy asiduo a marcar cuando el aceite está más caliente,
así que no lo pierda de vista. Bien es sabido que Messi puede
estigmatizar a Mourinho tras asistencia de Afellay, y en la jugada
siguiente puede otear el horizonte, mientras hace quiebros y avanza
despacito por el campo como usted cuando intenta barrer el hilillo de
polvo del salón. La diferencia es que el argentino va a apuntillar
al Real Madrid sin ni siquiera moverse. Quizás Ronaldo pueda
parecerte a James Gandolfini, en ese caso, desconfíe, va a recibir
un pase en profundidad y va a hacer una carrera tan perfecta que va a
lesionar a Thiago Motta. Cuando esté enfrente de Valdés, va a
picarla, sonriente, como diciéndole a sus compañeros «yo
sé hacer estas cosas, chicos».</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0.53cm;">Por último, haga oídos sordos a
aquél que te sugiera que el árbitro estuvo mal porque no pitó no
sé cuántos saques de banda. Para eso, ya está la televisión. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Publicado en <b>Arcos Información </b>(03/12/2016)</span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-89208684221346669872016-11-17T23:15:00.000+01:002016-11-19T13:37:27.608+01:00¡Que lloren! ¡Que lloren!<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Llegas a casa después del trabajo. Tienes la cena hecha desde el día
anterior para ahorrar tiempo, te das una ducha, recalientas la
comida, te desparramas en el sofá -si el día está para lujos
quizás abras una lata de cerveza-, enciendes la tele e intentas
buscar algo que te aleje cuanto más mejor de la cómoda miseria en
la que vives, algo que no te haga ver nítido lo que el Pijoaparte
vio enseguida la primera vez que se acostó con Maruja, en la novela
<i>Últimas tardes con Teresa</i>:
«la
aceptación de la pobreza».
Pero es imposible. La televisión está hilada para que la gente
llore o para que sienta envidia de los ricos: el millonario que nos
ofrece su lujosa casa para que podamos ver cómo viven los dioses;
Bertín Osborne entrevistando en su casa asimismo ostentosa a
cualquier colega -si el día está para lujos quizás entreviste al
Presidente del Gobierno-; o sino, lo contrario: la periodista que
inicia ilusionada su andadura por televisión y entrevista a una
señora mayor cuya casa ofrece humedades del tamaño de un galápago;
si cambias ves a la misma becaria con distintos apellidos
entrevistando a una anciana que cobra una pensión mínima y no puede
pagarse un elevador para subir los 20 escalones que dan acceso a su
vivienda; en otro hay una señora distinta «con
tres bocas que alimentar»
y que pide ayuda, mientras una presentadora con una sonrisa
renacentista alienta a edición para que rotulen un teléfono con el
fin de que donemos «solidaridad».
Extasiado por tanto drama, pides a gritos los anuncios, pero cuando
éstos llegan, vienen de la mano del dramón definitivo: la señora
mayor que chochea y cree que le ha tocado el gordo de lotería, con
todo un pueblo ayudándola -inclusive un nieto holgazán que
representa milimétricamente a los jóvenes de España- en la
mentira. Más tarde, el chispazo final, con la señora regalando el
décimo a su hijo.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBL0xJEnhpuVF7WkhPf9hrCDLLhP23oopgbCHBLNzbQv_Pe4W8UIL-5dj2nRfFqN8f6DEiXr9kxtKMV9Rx8Uj_gocLw5YVc4WyGTmAxFcx8263x2W5lsWPjUWmfH_gw1vnR7OSQcnzxiQ/s1600/calvoloteria_bilbao_01.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBL0xJEnhpuVF7WkhPf9hrCDLLhP23oopgbCHBLNzbQv_Pe4W8UIL-5dj2nRfFqN8f6DEiXr9kxtKMV9Rx8Uj_gocLw5YVc4WyGTmAxFcx8263x2W5lsWPjUWmfH_gw1vnR7OSQcnzxiQ/s1600/calvoloteria_bilbao_01.jpg" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La Lotería de Navidad se ha
propuesto no dejarnos descansar de la desdicha social ni siquiera en
los anuncios. Antes, al menos, su publicidad iba destinada a irradiar
felicidad y magia. Eran reclamos tiernos, un artificio que el publico
se alegraba de ver. Eran, en definitiva, lo que se espera de la
Navidad. Estos elementos se han sustituido por cortometrajes donde el
único fin es la llorera, pero además, lo hacen de la forma más
ruin posible, utilizando la ilusión de un obrero cualquiera o de una
anciana preocupada por su hogar. Una sensiblería barata que, de
todas formas, funciona, porque el público ya se ha acostumbrado a la
compasión que tantos y tantos años lleva vendiéndonos la
televisión, a llamar solidaridad a lo que es caridad, al hecho de
que tan sólo la suerte repartida un día al año será capaz de
sacarnos la cabeza por el balcón para que respiremos. Yo no he
llorado con el anuncio de la Lotería. Es más, he sentido un poco de
vergüenza ajena ante esa estampa costumbrista y pueblerina llena de
estereotipos manidos, con el joven enganchado al móvil tratando mal
a la abuela, incluso cuando pide colaboración a sus vecinos se
resigna ante la locura de la anciana. Tampoco me gusta la
condescendencia del pueblo. Es irreal, gris y obsoleta, porque la
sociedad en la que vivimos, sea en Villaviciosa o sea en Barcelona,
es egoísta de por sí, por lo tanto, no me creo nada de lo que
sucede en él. Llámenme insensible, pesimista o agorero si quieren
cuando lean este artículo. Quizás toda la culpa de mi visión hacia
él no la tenga ni el propio anuncio. A lo mejor me influye también
que toda la televisión se ha convertido en unos cuantos ejecutivos
codiciosos que exclaman cuando estrechan la mano del creativo: «¡Qué
lloren! ¡Qué lloren!».</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Publicado en <b>Andalucía Información (18/11/2016)</b></span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-81891297068938655322016-11-04T13:24:00.000+01:002016-11-19T15:01:54.463+01:00Mira que te avisé<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Vivimos en una constante batalla dialéctica sobre qué está bien y
qué está mal, sobre qué es cierto o qué es falso, sobre si fue
cobra o no lo que David Bisbal le hizo a Chenoa. Roberto Bolaño era
un buen discutidor. Cuenta Vila-Matas que la última vez que lo vio
le habló muy mal de Bush, algo que le parecía lógico. Sin embargo,
Bolaño le defendió algunos aspectos de la administración Bush, con
tal de refutar algo. Discutir,
discutir, discutir. Es algo magnífico. El problema viene cuando hay
temas que no admiten discusión, y sin embargo lo hacemos; y más
problema aún cuando las instituciones que nos representan, entre las
que voy a incluir los medios de comunicación, crean controversia en
temas en los que difícilmente entra el debate, cuando su misión
debe ser la de educar. Uno de estos temas es la mujer. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX6qEL4rH7lqRAtx7PMq86dTNp12XoqrDMwss7P46mTy40npGW8kgoNw5rs0JTjo8Iz6J3FKASpmmEaI4DGUIbBXuCeUI_pvKGzcNJc9qk5dD75cHnvZm0PfkIVQgoLnqqP0ScTDrDk2E/s1600/img00462.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; display: inline !important; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-indent: 0.53cm;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX6qEL4rH7lqRAtx7PMq86dTNp12XoqrDMwss7P46mTy40npGW8kgoNw5rs0JTjo8Iz6J3FKASpmmEaI4DGUIbBXuCeUI_pvKGzcNJc9qk5dD75cHnvZm0PfkIVQgoLnqqP0ScTDrDk2E/s1600/img00462.jpg" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Hay dos puntos en la sociedad en
los que la mujer está siendo una víctima incuestionable, una
víctima sin defensa por ciertos clichés tan arraigados a los
habitantes españoles que parecen normales. Uno de ellos es el
maltrato. Estamos acostumbrados a él, a que aparezcan todos los días
noticias de mujeres asesinadas, de mujeres pegadas. Tan acostumbrados
que ya difícilmente son noticia. Cuando esto ocurre el
acontecimiento suele ocupar dos o tres minutos en el telediario y una
columnita en los periódicos. Una sacudida de conciencia en toda
regla. Sin embargo, cuando una mujer hace una denuncia falsa, se
presiona el botón rojo del escándalo inmediatamente, y toda España
entra en una espiral de debates sobre las ventajas que tienen
nuestras mujeres ante la justicia por ser mujeres, sobre qué pasa
con los hombres maltratados, sobre cuánto caso hay que hacerle a una
denuncia... Y el debate no sólo lo crea el ciudadano. Por ejemplo,
una mujer hizo una denuncia falsa hace poco y dijo que su pareja la
había maltratado poniéndole pegamento en la vagina. La mayoría de
telediarios ocupó algo más de tres minutos en aclararnos la
noticia, y <i>El Mundo</i>,
periódico conocedor de que sólo el 0,4% de las denuncias por
maltrato son falsas en el caso de las mujeres, creyó oportuno hacer
un reportaje a doble página con una foto bien grande de la falsa
denunciadora en el que se podía leer el siguiente titular: «La
mentirosa del pegamento».
Desconozco cuál era el objetivo de tan extenso reportaje. Lo que sí
tengo claro es que dándole voz a un suceso tan anecdótico en cuanto
al volumen de las verdaderas víctimas, se enfanga el debate, se crea
la opinión de que tampoco los hombres son tan malos. Y ese no es el
asunto. La cuestión es que cientos de miles de mujeres son víctimas
de un machismo aplastante cada año.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">Otro
ejemplo que me dejó perplejo fue un </span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0.53cm;">tweet</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">
de la Policía hace poco: </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">«</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">Hoy
es el amor de tu vida y mañana, si te he visto no me
acuerdo...Piensa dos veces antes de enviar una foto subidita de tono.
Evita #sextorsión</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">»</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">.
De nuevo creo que el enfoque no es el oportuno. Yo pienso que, en
lugar de aleccionar a una mujer para que no envíe fotos a quien ella
elige que debe ser condescendiente con su privacidad, se debería
aleccionar al ser que, en un acto de hombría fanfarrona, decide que
la privacidad de otra persona debe ser objeto conocido para todo un
pueblo o toda una ciudad. Con ese </span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0.53cm;">tweet</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">,
la policía carga de responsabilidad a la víctima, es un </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">«</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">mira
que te avisé</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">»</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">
insensato. Porque lo cierto es que hay personas que piensan que si la
foto de una chica circula por las redes es por culpa de ella, por ser
</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">«</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">tan
inocente de mandar esas cosas sabiendo lo que luego pasa</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">».</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">
Y si la policía, cuerpo encargado de nuestra seguridad, ofrece un
argumento de ese estilo, está dándole la razón a todo el machismo
que cree incondicionalmente que la mujer va de víctima, que es el
enemigo, que va provocando.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Publicado en <b><a href="http://andaluciainformacion.es/arcos/632554/mira-que-te-avise/" target="_blank">Andalucía Información</a></b> (4/11/2016)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto:</b> <i>Sólo mía. </i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"> </span>
</div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-38837924382305614102016-10-21T13:15:00.000+02:002016-11-19T15:03:35.957+01:00No se escupan<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> El fin de semana pasado estuve en Londres por motivos de trabajo. Mi
misión en la capital del vértigo era la de dar una clase de muestra
de español. El recinto donde debía impartirla era un espacio
amplísimo, donde distintas academias dedicadas a la enseñanza del
español como lengua extranjera ofrecían sus virtudes, en una lucha
sutil, parecida a la esgrima, por captar clientes. Había eslóganes
variados, ofertas variadas, atenciones variadas. Hasta ahí todo
normal. Sin embargo, el día me iba a dejar algunos huecos para la
sorpresa y la resignación. El primer pasmo me lo originó el anuncio
de una academia de Valladolid y su correspondiente anuncio: «Aprende
el español de Valladolid».
Esa academia consideraba que la vertiente hablada en el centro de
España era la única e indiscutible para aprender un buen español.
La segunda sorpresa vino dada de la boca de un chico mallorquín,
profesor de español, en una conversación mantenida debajo de un
techo donde nos protegíamos de una lluvia feroz que amenazaba con
dejarnos fríos los zapatos. Al escucharme hablar, pronunció: «tu
acento es muy fuerte, espero que no enseñes así español». El
joven entendió, que al tener yo acento ceceante y al hablar
entrecortando las palabras, no era capaz de asumir que la lengua que
yo enseñaba era español, y que en mis clases podía cometer el
desliz de olvidarlo. En definitiva, creyó que por ser ceceante y
entrecortar las palabras mi capacidad de enseñanza era inferior. </span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI90EGv_eq9bLK4xzwm5zpN6E3r1Qx0tSxkYT_Cww1lGhwRM8dvtqUhLxSQ8pDGZLwlu9XIqbKPa8u-fjTVn5X70zOI5Xq3kET1s-w-KB8sUF8B1CYcZAgtcUjFDN5xZZi4cjTlri3CFs/s1600/paco_martinez_soria-ciudad.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI90EGv_eq9bLK4xzwm5zpN6E3r1Qx0tSxkYT_Cww1lGhwRM8dvtqUhLxSQ8pDGZLwlu9XIqbKPa8u-fjTVn5X70zOI5Xq3kET1s-w-KB8sUF8B1CYcZAgtcUjFDN5xZZi4cjTlri3CFs/s320/paco_martinez_soria-ciudad.jpg" width="210" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La estupidez es un arma que te
otorga la ignorancia, y si la lengua es el instrumento que se erige
en la discusión, los españoles hemos demostrado de sobra que somos
muy estúpidos. Esto que voy a intentar aclarar es algo muy manido y
que me produce mucho sosiego. A su vez, considero necesario no
olvidar el tema y sacarlo de vez en cuando a la intemperie, no vaya a
ser que a los hablantes españoles, y a los propios ceceantes, se les
olvide. Cecear no es hablar mal el español. El ceceo es una
característica fonética que viene determinada por la zona
geográfica en la que naces, al igual que la pérdida de la ese
implosiva -la ese final de sílaba-. Podríamos aburrirnos con la
cantidad de particularidades fónicas que nos ofrece el andaluz, pero
no es el caso. Lo que importa de veras es que se manipule, que se
haga creencia aquello de que porque no pronunciemos las eses no somos
capaces de ejercer bien nuestra lengua. Perdonen, pero no. Ni el
andaluz es la peor de las vertientes que se encuentra en el español,
ni España es el único país que ofrece distintas formas de hablar
una lengua.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.5cm;">Yo invito, ya que antes les hablé
de esgrima, a cualquier castellano parlante, a cualquier andaluz
remilgado, a cualquier catalán sobrentendido y a cualquier habitante
ibérico, a que encuentren en el texto o en el habla de cualquier
ceceante consciente de la lengua española, algún dequeísmo,
queísmo, laísmo, leísmo o estructura sintáctica incorrecta.
Fenómenos que, dicho sea de paso, son los que realmente malforman la
estructura del español, y cuyos usos no lo da ser ceceante, ni mucho
menos, sino el conocimiento de la lengua que tengas. Aburre que
cuando vayas a alguna entrevista de trabajo dudes si hablar con ceceo
o si no, que cuando te encuentras en una reunión con españoles
debajo de la mesa resbale una sonrisa burlona, maliciosa. Y aburren
más aún aquellos ceceantes que se aventuran a estudiar en otras
ciudades y vuelven al pueblo pronunciando una ese tan resbaladiza que
en lugar de escuchar a una persona parece que tienes en el oído un
panal de abejas. Pronunciar las eses de una forma u otra no es
nuestra elección, es algo que nos determina el medio. La estupidez y
la ignorancia, sin embargo, sí están reñidas a nuestras
preferencias. No eliges una característica fonética como tampoco
eliges los padres que te tocan. Ceceantes, no se escupan a ustedes
mismos. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Publicado en <b><a href="http://andaluciainformacion.es/andalucia/628744/no-se-escupan/" target="_blank">Andalucía Información</a> </b>(21/10/2016)</span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-47738158601731366672016-10-11T16:21:00.000+02:002016-11-19T13:38:56.779+01:00Rebañar el calimocho<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Internet se ha convertido en una sarta de comunicados. O mejor dicho:
en una batidora donde es de obligado cumplimiento dar tu opinión
sobre la sarta de comunicados. La polémica funciona muy bien en el
medio, y el comunicado también. Hay comunicados para todo: desde la
persona anónima que comunica que es el cumpleaños de una persona
muy especial, al comparsista que comunica el alta y la baja de algún
componente, como si de un <i>football manager </i>se
tratase. En otra liga, juegan los renombres, es decir, el personaje
de relumbrón que precisa del comunicado para darnos ésta u otra
noticia. En la última semana, ha destacado mucho un comunicado que
ha abierto a golpe de azada un sendero lleno de espinas y rencores
que ha tenido en vilo a los usuarios y ha descorchado la botella de
las opiniones en internet. Y no hablo de las polémicas declaraciones
del “Pichu” Cuéllar. Me refiero a la ingente disputa entre dos
de los raperos más reconocidos de esta nuestra querida España:
Rafael Lechowsky y Kase.O.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWhHgYbuvLxHIixALkgojwDLMib4tipVEyXFL44bTxj0phC21LvEbglo__32JZVQZYeM1TLjPCxsAbBe5TDJf3uIYJiu9TSsQ4mZ9XKp4l3hIBI3EizP9N7MR5JbIIw9-uVYZThdKn_Yc/s1600/tumblr_mg70ixNr4e1rh77x7o1_1280.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWhHgYbuvLxHIixALkgojwDLMib4tipVEyXFL44bTxj0phC21LvEbglo__32JZVQZYeM1TLjPCxsAbBe5TDJf3uIYJiu9TSsQ4mZ9XKp4l3hIBI3EizP9N7MR5JbIIw9-uVYZThdKn_Yc/s1600/tumblr_mg70ixNr4e1rh77x7o1_1280.jpg" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Han leído bien, el rap ha sido
noticia en España. Este hecho hubiera sido difícil de imaginar por
aquellos chavales que, como yo, al inicio del año 2.000 debatían en
los parques sobre qué estilo dominaba España, si el estilo de
Zaragoza o el de Sevilla. Curiosamente, los dos implicados en la
disputa resultan ser de la escuela de Zaragoza, y ambos han formado
parte en mi imaginario del MC perfecto. Mi admiración hacia ambos ha
sido suma. Kase.O me ha parecido siempre el mejor letrista español
(ya cumplidos unos años, me cuestiono esta sentencia, pero la duda
sigue ahí), y Lechowsky me ha aportado en alguno de sus discos la
lírica y la templanza que requería en mis escuchas. Incluso quizás
haya grabado uno de los discos que yo siempre he querido grabar. Pues
bien, la situación es la siguiente: Rafael Lechowsky acusa de plagio
a Kase.O por su tema <i>Basureta</i>,
incluido en su último disco titulado <i>El círculo</i>.
Pero no reclama versos, sino el concepto de la canción. Al parecer,
Kase.O habría copiado al otro rapero zaragozano el rapeo llorado con
que se exhibe en el mencionado tema. Y, cómo no, Lechowsky lo
denunció a través de un comunicado.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
El rap con el que mi generación y la anterior ha crecido está en
sus horas más bajas. Se trata de un rap inmaduro, que no ha sabido
sufrir la evolución lógica de un movimiento, ni musical ni en
cuanto a letras se refiere. Muchas veces me culpo como público por
no ser flexible, y me castigo recordándome mi edad. Pero esta
flagelación debe valer también para los artistas que hacen rap, y
que siguen grabando los mismos discos que hace veinte años. Si un
servidor tiene 29 años, y ha terminado hastiado de un género
musical que se ha quedado anclado en las métricas y ritmos que
cualquier quinceañero de ahora puede ofrecernos, cómo no voy a
exigir que los artistas que ocupan las ventas de discos no nos
ofrezcan algo distinto.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">De hecho, el público de rap está
cambiando, así como la forma de hacerlo. Ha surgido un nuevo género,
o una nueve vertiente, como prefieran llamarlo, denominada </span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0.53cm;">trap</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 0.53cm;">.
Personalmente, no es de mi agrado, pero nadie puede negar que ha
nacido como rebeldía a los ritmos vetustos que el panorama del
hip-hop nos estaba ofreciendo. Y que haya estilos nuevos se agradece.
Por eso, lo ocurrido entre Kase.O y Rafael Lechowsky me parece tan
triste. Lo es porque dentro de esa música vieja, repetitiva y
tediosa, eran los dos raperos que, por la calidad de su lírica,
permitían, al menos a mí, que volviéramos a la inocencia de un
género que era como un océano, de las múltiples combinaciones que
ofrecía. Sin embargo, con esta polémica absurda, han empañado lo
poquito bueno que nos quedaba de aquello: cuando amábamos un
graffiti, cuando recitábamos sus frases y nos pasábamos la lengua
por los labios para rebañar el calimocho.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Publicado en <b>Arcos Información </b>(7/10/2016)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto: </b>Kase.O</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span>
</div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-11518959022532164292016-07-26T12:44:00.000+02:002016-11-19T13:42:02.579+01:00Adiós, Siglo 21<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> En baloncesto, existe un elemento que, a pesar de no ser animado,
cambia completamente la concepción del juego. Sin él, este deporte
pasaría a ser otro totalmente distinto. Os hablo del tablero. Un
tablero de baloncesto se levanta imperioso sobre los cuerpos que van
a luchar, de forma descarnada, por introducir el balón en el aro. En
la reputación del baloncesto actual, usar el metacrilato parece que
es una forma ruin de practicarlo, es la manera sucia de meter una
canasta, el camino fácil que deshecha la floritura, arte principal
por el que la chavalería se introduce en este juego. Sin embargo,
también existen los metódicos, quienes teorizan sobre el arte de
pivotar sobre sí mismo, sobre las características de la asistencia
y la efectividad del tablero. Cuando comencé a jugar, me instruía
un maestro gallego que estaba de paso por el pueblo. En su afán
porque ejecutáramos un baloncesto minucioso, siempre nos gritaba:
«¡Buscad el tablero. Hay que
buscar el tablero, carallo!». Por aquella época brillaban, sin
astro capaz de asomarse ni siquiera a sus tobillos, Kobe Bryant,
Jason Williams, Shaquille O´neill, Vince Carter... y en un rincón
apartado, sin masas aduladoras, se encontraba uno de los jugadores
más perfectos que ha dado la Historia: Tim Duncan. </span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-iGKoRFGrYb_rzp5l3b4bfJyFMh5RncOqMO6RaYU5Sjc2ohdDMnifeFE9T5t_uL6RYgLrGNoDjTOMScuGaWecP7HSusVYaOemf0pPnDXF-w3vz2uG7Ae_sjrf6mPM9xaD3oAAMhzS6ic/s1600/hi-res-169569357_crop_north.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-iGKoRFGrYb_rzp5l3b4bfJyFMh5RncOqMO6RaYU5Sjc2ohdDMnifeFE9T5t_uL6RYgLrGNoDjTOMScuGaWecP7HSusVYaOemf0pPnDXF-w3vz2uG7Ae_sjrf6mPM9xaD3oAAMhzS6ic/s1600/hi-res-169569357_crop_north.jpg" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Tim «Siglo 21» Duncan, como el
genial Andrés Montés lo apodaba, ha sido el mejor jugador que he
visto usando el tablero. Si uno observa de lejos a Duncan, puede
pensar que es jugador de baloncesto por su altura. Lo demás que nos
ofrecen sus facciones es una persona ausente, taciturna, que está en
el mundo por estar. En resumidas cuentas, nunca pensaríamos que se
trata del mejor ala-pívot que haya parido una cancha. Duncan es el
baloncesto -perdonen que caiga en este tópico manido y redundante,
pero no se me ocurre otra sentencia para catalogarlo-. Si uno ve a
Duncan jugar, observa cómo utiliza todos los movimientos que nos
enseñaron de pequeños, con la diferencia de que él los ha usado
enfrentándose contra armatostes que se hacían aún más grandes a
golpe de pesas y de dólares, en el poco desdeñable periplo de 17
años.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Luego está su carácter,
silencioso, como un espectro por la pista. Escribiendo este artículo
he intentado recordar un mal gesto de Duncan, pero no hay manera de
que acuda ninguno a mis recuerdos. La revista de baloncesto <i>Kia
en zona</i>
publicó hace unos días un post del facebook de Etan Thomas,
ex-jugador entre otras franquicias de Oklahoma City Thunder, en la
que el pívot contaba una anécdota que define a la perfección el
carácter de Duncan sobre una cancha de baloncesto. Según Thomas,
encaró a Duncan dando dos pasos y alejándose de él para que no lo
taponara, soltando un gancho que finalmente fue bloqueado. En la
jugada siguiente, cuando ambos corrían hacia la otra canasta, Duncan
le dijo al oído: «Ese fue un buen movimiento, pero tienes que
meterte más sobre mi cuerpo, así o sacas falta o al menos yo no
puedo taponarlo».</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.53cm;">Tim
Duncan es la antítesis perfecta de Guti. Si el ex-jugador del Real
Madrid ha sido durante toda su carrera la «eterna promesa», Duncan
ha sido para nosotros el «eterno retirado». No ha habido </span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; line-height: 150%; text-indent: 0.53cm;">playoffs
</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.53cm;">de
los últimos cinco años en el que no hayamos lamentado que era el
último partido del 21 de los Spurs. Cuando más convencido estuve
fue cuando falló una canasta medio fácil en el séptimo partido de
las Finales de 2013 contra Miami Heat, canasta que le arrebataba el
anillo. Después del fallo dio dos palmetazos en el parqué que
inducían a pensar en la catástrofe. Perdió, pero no se retiro. Al
año siguiente barrió a los Heat 4-1, para adjudicarse el 5º anillo
de su carrera. Pero ahora sí, ahora sí se ha retirado Tim «Siglo
21» Duncan. Me he imaginado a Gregg Popovich llorando. Y no es para
menos. Para muchos, también se nos ha muerto una parte del
baloncesto.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Publicado en <b>Arcos Información </b>( 22/7/16)</span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-3579769840700380922016-07-08T13:42:00.000+02:002016-11-19T15:05:16.758+01:00La estrechez, que aprieta<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Uwe era un alemán escurrido como una calada de cigarro. Durante una
semana, era el encargado de llevarme desde Prado del Rey hasta
Suryalila, un retiro espiritual en el que lo más trascendente era si
la Coca-Cola podía servirse bien fría, y en el que tenía que
impartir unas clases de español. Ante mis sospechas sobre por qué
ese individuo con ojos de búho vivía en Prado del Rey, él me
contaba, de manera entrecortada, pues su español era muy pobre, y
con una ironía robada de cualquier tasca, que le gustaba la
tranquilidad del pueblo y que estaba cansado del ajetreo de la gran
ciudad. Tópico entre los tópicos. Sin embargo, nunca he llegado a
comprender la manía de los habitantes de grandes urbes de dejarlo
todo y mudarse a un pueblo.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5L-u1Yjw6YO545wmvaHdtM3NeYolCkWXiZnJXNlQvz5r0T-4fLjX_mCci_JlLDKX1kVRaG0TXaGYksxUBtrPTHzIsJLCNijPYKPBwmyspMf8yEiVBvWj9hWWR2GWyN5ezJfENsZSUusI/s1600/the+affair.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5L-u1Yjw6YO545wmvaHdtM3NeYolCkWXiZnJXNlQvz5r0T-4fLjX_mCci_JlLDKX1kVRaG0TXaGYksxUBtrPTHzIsJLCNijPYKPBwmyspMf8yEiVBvWj9hWWR2GWyN5ezJfENsZSUusI/s1600/the+affair.jpg" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Hay una serie que veo ahora donde un pueblo costero alejado de Nueva
York es tan protagonista como los personajes que circulan en ella. En
<i>The affair</i>, Montauk extiende
sus brazos invisibles al cuello de sus habitantes. La asfixia parece
ser calmada cuando Alison, su protagonista, acude al mar en busca de
una música silenciosa que apacigüe tanto aullido. Pero el mar le
bufa, ladra, maúlla y se la come viva. No es un pueblo todo lo
apacible que deseamos. Los seres que viven en él son demasiado
taciturnos, refugiados en los bares, con mucho tiempo libre. La
palabrería circula por las aceras como un niño en bicicleta. Un
pueblo nunca indulta la culpa. Un pueblo es Comala, Macondo, Sonora,
donde la aridez del terreno influye tanto en el día a día de los
habitantes como peinarse o abrocharse una camisa.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">De mi pueblo, Arcos de la Frontera,
dicen que es el que mayor número de poetas por metro cuadrado tiene.
Quizás no les falte razón. Antonio Hernández, uno de los grandes
poetas que ha crecido en estas paredes que hipan desconchones, y que
ostenta un currículo literario que ya quisieran muchos, afirmaba sin
vergüenza ninguna en una entrevista concedida en el año 89: «Yo
ni siquiera soy el mejor poeta de mi pueblo».
Quien sea forastero, y analice el historial de Hernández,
probablemente advierta en las palabras del escritor cierto afán de
falsa modestia. Sin embargo, ese individuo estaría muy lejos de la
realidad. En Arcos cada poeta que se atreve a jugar entre asonancias
y metros, hinca una rodilla en el suelo y se signa cuando se menciona
a Julio Mariscal.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Las
calles de Arcos son motivo de metáfora en innumerables ocasiones en
las obras de mis paisanos. Pepa Caro, una de los muchos poetas que
tenemos, incluso dedica un poemario entero a hablar de ellas. En </span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><i>Las
calles de la lluvia</i></span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">,
el agua aparece como una melena con cuchillas dentro. Ni el verso
manso y lento es capaz de aquietar tanto agüacero. </span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">«</span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><i>Nadie
quería la lluvia / en esta calle. Nadie</i></span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">»,
dicen algunos versos. De nuevo el lugar donde naces como tenaza de
las ansias. Las calles de Arcos se desdoblan y te hacen nudos en el
cuerpo, te llevan al fango cuando te descuidas. Las calles de Arcos
«</span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><i>ahora son
olvido, / desdibujado perfil, / tierra ya moribunda / que no aviva la
sangre</i></span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">»,
nos recuerda de nuevo Pepa Caro. Y también está la estrechez, que
aprieta. Con sus raras geometrías las calles te acercan a la niebla
y quién sabe si a la muerte. «</span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><i>Dan
ganas de arrimarse a alguien / y hay espanto, / un espamto blando y
muy secreto / que prefiere correr hacia lo oscuro</i></span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">»,
nos dice Mª Jesús Ortega en su poemario </span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><i>Toque
de arrebato</i></span><span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">.
Podría contaros miles de versos sobre las calles de mi pueblo, pero
las palabras llegan al límite. Seguramente en Tokio, Nueva York,
Madrid, haya alguien queriéndose introducir en la paz de un pueblo,
engañados, quizás, por haber perdido dos o tres veces el metro.
Otros, en cambio, anhelamos el sonido de los coches cabalgando por
las avenidas. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Artículo Publicado en <b><a href="http://andaluciainformacion.es/m/?a=609034&friendly_url=arcos&t=la-estrechez-que-aprieta" target="_blank">Andalucía Información</a> </b>(06/7/2016)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><b>Foto: </b><i>The affair.</i></span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-87267942988069067372016-06-24T13:01:00.000+02:002016-11-19T15:06:55.541+01:00Robar libros<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Hay veces que quiero leer demasiado. Es una vorágine incontrolable
que me acerca a un abismo de letras, que te pone en el centro de un
huracán donde acentos, puntos, comas y párrafos aletean golpeándote
la cara como peces furiosos. Tiendo a recoger todo libro que esté a
mi alcance. Hace poco, una amiga iba a tirar una colección mala,
horrorosa en la forma, de esas que tu madre compra para rellenar el
hueco de una estantería. «¿De
verdad quieres quedarte con ellos? -me objetó-. Son muy feos».
Yo los miré por si el arrepentimiento me tendía una mano noble,
pero le contesté que algo
se podría hacer con ellos, sobre todo olerlos.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Para controlar el desorden que me
provoca querer aunar tantos libros, me voy a las bibliotecas. Los
paseos por los pasillos de las bibliotecas son lo más parecido a una
fiebre mortal. Abro los libros y leo los párrafos iniciales, los
huelo, los cierro, camino, leo un poema, lo huelo, camino. Una hora,
tres veces a la semana, con la desconfianza de los que están a mi
alrededor. A veces pienso que me imaginan como un pervertido
<i>huelebraguitas</i>.
Más tarde, cuando una edición es inquebran-tablemente buena, le
acaricio la solapa, toco su papel y la deslizo silenciosa por mi
cartera de cuero. Robar libros es la forma de ejercitarse para los
que vivimos en la butaca con la espalda encorvada.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGHfIw377b8ou-6JcEgwOBoC5bcgb5ccqokjUrw-wpvNNRV24iO6lC7EbbaAC0PQRGHqBjY1tnRFlHqkr082fsBRClSxiG8CK5xt4xOiGJ0d5lQWr19kWYEMrcWbFSWgxwZnxtx9L88d8/s1600/IMG_20160616_021600_763.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGHfIw377b8ou-6JcEgwOBoC5bcgb5ccqokjUrw-wpvNNRV24iO6lC7EbbaAC0PQRGHqBjY1tnRFlHqkr082fsBRClSxiG8CK5xt4xOiGJ0d5lQWr19kWYEMrcWbFSWgxwZnxtx9L88d8/s1600/IMG_20160616_021600_763.jpg" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Los primeros libros que robé
estaban en casa de mi abuela. Tenía unos diez u once años. Cuando
todos creían que jugaba con mis primos, yo me colaba en el cuarto de
los trastos viejos y guardaba en mi mochila todas las novelas que
habían obligado a mi padre y a mis tíos a leer en el instituto.
Luego, cuando los leía, no entendía nada, pero era apacible pasar
las hojas de papel marrón en una esquina de la cama, para que mi
madre no supiera qué estaba haciendo, con la inocencia de lo
prohibido. Y me aficioné. Tuve una novia a la que le desvalijé
media biblioteca. La biblioteca de mi pueblo también ha sido víctima
de varios hurtos. El último que cometí fue en el piso de mi
hermana, cuya estantería de libros me sorprendió en títulos y
ediciones. Era una oportunidad que no podía dejar de aprovechar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">La
sorpresa me llegó cuando me di cuenta de que no era el único que
tenía el afán de quitar libros. Hay todo un mundo de escritores que
han sucumbido a la práctica. Incluso se ha teorizado al respecto.
Roberto Fresán, en un artículo publicado en </span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">Radar
Libros</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">,
afirma que «robar libros es, en realidad, una forma deportiva de la
literatura», y añade en un aparte: «Cuando se roban libros, uno es
persona y personaje». Hay algo místico en el acto de escabullirse
de una librería con un libro temblando en el bolsillo de tu
chaqueta. Los libros robados pasan a ser tus cómplices en el momento
que son alumbrados por el flexo. Roberto Bolaño también fue un gran
atracador de libros. En un artículo en el periódico </span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">El País</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">,
cuenta cómo una vez lo atraparon robando uno. «Mi detención
fue ignominiosa. Parecía como si los samurais de la librería
hubieran puesto precio a mi cabeza. Amenazaron con expulsarme del
país, con propinarme una madriza en el sótano de La librería del
Sótano, lo que a mí me sonó como si aquellos neofilósofos
hablaran entre ellos de la destrucción de la destrucción, y al
final, tras larga deliberación, me dejaron en libertad no sin antes
apropiarse de todos los libros que yo llevaba, ninguno de los cuales
había sido robado allí». Hay quien está en contra del robo de
libros. Desde aquí les digo que vale, que muy bien. El acto de
propiedad indebida va más allá de lo explicable. Lo único que
puedo hacer es pedir perdón, sobre todo a mi exnovia. Prometo no
devolverlos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Artículo publicado en <b><a href="http://andaluciainformacion.es/arcos/605712/robar-libros/" target="_blank">Andalucía Información</a> </b>(24/6/2016)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto: </b><i>Loui</i>. </span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-88785073441608492242016-06-10T14:30:00.000+02:002016-11-19T15:23:49.264+01:00Mientras viene la muerte<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Hoy hace exactamente diez años que quiero ir al gimnasio, pero
siempre hay algo mejor que hacer. Un día dices que no vas porque tu
madre te ha ordenado pelar unas papas para la tortilla, otro día se
te resiste el tarro de nocilla, y la mayoría de las veces por el
camino te encuentras a un amigo que tiene los brazos largos de la
pereza y te arrastra indómito hacia la barra de un bar. El gimnasio
es un silencio prolongado, aunque a veces, es una forma de
regocijarte en la muerte, levantando mancuernas y quilos, o nadando,
como aquellos versos de Manuel Vilas que dicen «<i>La
muerte nos gusta, por eso nadamos y nadamos / hasta que el gimnasio
cierra y nos echan / con los brazos convertidos en acero, músculos /
tan atormentados, tan desesperados / como los planetas sin nombre, /
dando tumbos en la estúpida oscuridad del universo</i>».
Entonces te decides a ir, de nuevo, porque tú siempre has querido
esperar a la muerte sudado. Pero los gimnasios tienen saunas, y
tampoco es plan de que vengan unos rusos a aniquilarte como a Viggo
Mortensen en <i>Promesas
del este</i>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6dh0swrajsaEQ5tP8aU5JxL_iHl-kVXw3Cxz_hcSa0EI6P5FxawfXRyhmwjmDxrlQgQva17QXudKDKGEcp1Zq1P_uX8_cEStjs_xyn2tOctjjlHfAq_7H3pme8cxB0UXjxrcUVqYAzyc/s1600/IMG_20160609_000901_190.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6dh0swrajsaEQ5tP8aU5JxL_iHl-kVXw3Cxz_hcSa0EI6P5FxawfXRyhmwjmDxrlQgQva17QXudKDKGEcp1Zq1P_uX8_cEStjs_xyn2tOctjjlHfAq_7H3pme8cxB0UXjxrcUVqYAzyc/s1600/IMG_20160609_000901_190.jpg" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En realidad, yo siempre he
esperado mientras viene la muerte en una butaca. La he esperado
leyendo y escribiendo. La butaca es el páramo desde el cual miras la
lluvia un domingo, aunque sea agosto y no llueva. «<i>Qué
hago / mirando</i> <i>la lluvia, / si no llueve</i>»,
que nos decía Karmelo C. Iribarren en un poema. Hay que acudir a ella
bien equipado, con una bata y quizás un gato. A veces incluso en
calzoncillos, pero siempre con la disposición de que la muerte va a
llegar sin previo aviso, va a dejar el abrigo en el perchero y va a
servirse una copa, con mucho hielo, para después sentarse en la
butaca de al lado y encenderse un cigarro, aunque a tu madre no le
guste que se fume en el salón. Nada da más señal de muerte que una
butaca y una bata. En <i>Nudo de víboras</i>, de François Mauriac,
su protagonista es un millonario que odia a su familia y no quiere
dejarle su herencia. Para justificarse, escribe un diario en el que
cuenta los pormenores de su decisión y de su odio, y lo hace desde
su butaca: «<i>Me
dispongo a morir, vestido con la bata, la vestimenta de los grandes
enfermos incurables, en una butaca de orejas donde mi madre aguardó
su fin</i>». </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Hace un par de meses que mi madre
cambió las butacas de casa. </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">«</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Apestan
a muerto</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">»</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">, dijo para
convencernos. Yo me sonreí, como si una butaca pudiera oler a otra
cosa. Mi abuela también espera desde la suya. Siempre que voy a
verla está ahí, sentada, cosiendo para sus nietos cosas que sus
nietos nunca van a ponerse. A veces me gustaría que me dijera
</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">«</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">total, Abraham, por lo
menos es bastante cómoda</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">»</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">.
La butaca de mi abuela tiene unas orejas enormes que a veces parece
que van a abrazarte. Al menos las nueva que ha comprado mi madre no
son verdes ni de terciopelo, como era la del protagonista de
</span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Continuidad de los parques</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">, de Cortázar. En el relato, un
hombre ocupadísimo encuentra tiempo para proseguir con la novela que
había dejado a medias, acariciando el terciopelo verde de su sillón.
En ella, una pareja de amantes urde un asesinato y se cuela en una
casa, con todo planeado: la ausencia del mayordomo y del ladrido de
los perros. El hombre lee cómo la mujer se desliza por la casa, que
tenía una sala azul como la suya, unas escaleras alfombradas como
las suyas. Hasta que al final, la mujer, con un puñal en la mano,
vislumbra </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">«</span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">el
alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre
en el sillón leyendo la novela». </i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Es</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">
una forma sutil de Cortázar de decirnos que siempre esperamos en la
butaca mientras viene la muerte.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Publicado en <b>Andalucía Información </b>(11/7/2016)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto</b>: <i>Promesas del este</i>. </span></span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-48263941394272513182016-05-27T12:50:00.000+02:002016-11-19T15:27:01.550+01:00Fuera del colchón<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">I</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Te sucede cuando sacas el pie fuera del colchón. En ese momento
sientes que estás en terreno de nadie, que tu pie es pieza codiciada
por una manada de leones que merodea en la frontera de tu cama,
ávida, oliendo la muerte, hasta que el miedo te hace cosquillas en
la nuca con sus dedos largos, y caes en la cuenta de que puedes
recoger el pie y devolverlo al colchón, el lugar de donde nunca
debería haber salido. Entonces llega la paz, y la lucha contra la
noche no es más que un mero trámite burocrático.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWQpsPZl6lIPZ2HD6gfZC9dlkIgmExoVD5nyB6plSKGckkN70LYcXk3m-dfglnnode_6jY3BUZHJsGjbzrra8VU1sXPIxnye-P1P1tAdhHxkRo3iZJtHxGZNCysEsX-PUNFI0BmWx8Rm4/s1600/Diego%252BSimeone%252B86PiQXbZa4Am.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWQpsPZl6lIPZ2HD6gfZC9dlkIgmExoVD5nyB6plSKGckkN70LYcXk3m-dfglnnode_6jY3BUZHJsGjbzrra8VU1sXPIxnye-P1P1tAdhHxkRo3iZJtHxGZNCysEsX-PUNFI0BmWx8Rm4/s320/Diego%252BSimeone%252B86PiQXbZa4Am.jpg" width="320" /></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Eso mismo le pasó al Atlético de Madrid en su eliminatoria contra
el PSV. Pasó demasiado tiempo con el pie fuera, pero cuando lo
recogió, en una tanda de penaltis donde todos los jugadores
apuntaban con la precisión del soldado que sabe desactivar una mina,
quizás tomó conciencia de que lo más difícil estaba hecho, y que
la posibilidad de llegar a la final de Champions podía radicar en no
sacar más el pie fuera de la cama.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<b style="line-height: 150%; text-indent: 0.53cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">II</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Y así fue, no lo hizo. Los aficionados atléticos, al principio de
temporada, no nos imaginábamos a estas alturas de mayo con algo por
disputar. Menos aún cuando meses antes veíamos a sus delanteros
cabalgar lánguidos las áreas rivales, bufando, creyendo que no
había nada más perezoso que marcar un gol. La táctica de Simeone
fue la de esperar ganando, 1-0 tras 1-0, hasta que sus rivales más
directos, Real Madrid y Barça, se enfrentaron entre sí y algo hizo
prever que lo del pie sólo había sido un susto. El Atleti derrumbó
al Barça y lo llevó al precipicio reservado para ellos en numerosas
ocasiones. Al final el tiro en el pie no se produjo, pero al Atlético
eso de ver andar en el filo le gusta, y cuanto más preocupados se
mostraban los otros, más grande se hacía.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Llegó a empatar a puntos con el primero de la liga, cuando el mes
antes el liderato era una causa tan ridícula como la búsqueda de
Cesárea Tijanero por el desierto de Sonora, en <i>Los detectives
salvajes</i>. Sin embargo, en la
Champions consiguió salir vivo de un bombardeo pocas veces visto
antes en el fútbol. De nuevo, el aficionado del Atlético de Madrid
veía a su equipo en una final de Europa, en tres años, algo difícil
de creer y aún más difícil de explicar. Ha llegado con varias
magulladuras pero con sangre en la boca. El Cholo espera a su
siguiente víctima. No es una cita con la Historia, como muchos han
afirmado. Es una nueva noche con el pie fuera de la cama. Al
argentino le atrae eso de experimentar el pánico.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<b style="line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">III</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">La temporada del Real Madrid no ha
sido buena, y eso, para el seguidor atlético, es como si un silencio
helado se acercara a sus costillas. Tampoco fue buena la temporada de
la Décima, y al final, cuando muchos creíamos ver el balón dando
un lengüetazo al poste derecho de Courtois, lo que realmente sucedió
fue que Ramos acudió desgobernado a sus aficionados mostrando una
cabeza entre las manos. El Madrid está demasiado acostumbrado a
hacer cosas muy grandes en temporadas poco buenas. Es el equipo capaz
de no dejarte posar el pie en el colchón, de arrancártelo de cuajo.
Muchos argumentan que el Atleti es el primer equipo serio al que va a
enfrentarse el Real Madrid, y lo hacen como autodefensa, pero no
pueden disimular una mueca nerviosa en la comisura de los labios
cuando lo pronuncian. Yo siempre he mantenido, tajante, que al Madrid
le tengo mucho miedo. No obstante, el Cholo nos ha enseñado a
disparar una vez y dar, a afincarnos en nuestro área sin dolor
apenas, a ganar sabiendo lo que se hace, y a no tener miedo cuando se
duerme con el pie fuera del colchón. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
Publicado en <b><a href="http://andaluciainformacion.es/arcos/598366/fuera-del-colchon/" target="_blank">Andalucía Información</a> </b>(27/05<b>/</b>2016)</div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-5307654235072623302016-05-13T14:31:00.000+02:002016-11-19T15:28:20.877+01:00A mí me habla de usted<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">A veces no me gusta hablar. Nada. Es una pereza prolongada y elástica
parecida a la de untar la mantequilla al sándwich para merendar. Hay
personas con cierta tendencia a la multiplicidad de palabras
innecesarias, desde la más superflua metáfora hasta el más lúcido
exabrupto, personas que quizás ignoren que lo más sano es callarse
en todos los idiomas. Y no me gusta hablar a menudo porque no sé
cómo dirigirme hacia ellos. Recuerdo una vez que caminaba por el
Casco Antiguo de mi pueblo, no sé muy bien por qué, a veces sólo
caminamos ideando un plan de huida. Estaba la zona abarrotada de
extranjeros que examinaban atolondrados el empedrado de las calles, y
también el cableado exterior de las casas. A menudo me gustar pensar
que creen que se trata de un arte autóctono esa manera que tienen
los cables de reptar por las paredes. El análisis meditado de los
extranjeros fue interrumpido por una canción de Camilo Sesto que
entonaba un personaje del pueblo que es, en maneras y gestos, muy
parecido al cantante. Los extranjeros, intentando hacer caso omiso a
la sinfonía, seguían inmiscuidos en sus observaciones profundas,
pensando que quizás la canción sólo duraría unos segundos, pero
ante la insistencia generosa del que entonaba los versos, se oyó un
<<<i>shut up your fucking mouth</i>>>, a lo que el
cantautor respondió, en perfecto y bien pronunciado tono ebrio: <<a
mí me habla de usted>>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoIKXfXrfPPvvQo8kUL4Pqo3IoDlvIjjKe5oD9XdrI-oWO2YFau7YJkdZprZmvn2RNaBOfORIoYUNud89wud-ElbUSEXVdYFOyihtaqYGDdGl5KaMQroKE_spr9sL-iCCegIsSxXdeL58/s1600/9.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoIKXfXrfPPvvQo8kUL4Pqo3IoDlvIjjKe5oD9XdrI-oWO2YFau7YJkdZprZmvn2RNaBOfORIoYUNud89wud-ElbUSEXVdYFOyihtaqYGDdGl5KaMQroKE_spr9sL-iCCegIsSxXdeL58/s320/9.jpg" width="248" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Uno, que ha vivido en el extranjero, asiste entusiasmado a todas las
confusiones que entre dos idiomas distintos puedan darse. Algo de eso
ocurre en España con demasiada frecuencia, sobre todo si es el
fútbol un ente protagonista en la discusión. La jornada pasada de
Liga, Kiko Casilla, portero del Real Madrid, no pudo contestar en
su idioma, el catalán, a la pregunta de un periodista. No se sabe
muy bien si fue el club quien no lo permitió o si era el protocolo
de la sala de prensa del Real Madrid. El caso es que se juntaron en
la batidora de las fobias del español varios ingredientes que
desatan tempestades en la más patria e ibérica de las personas con
las que te puedas cruzar. Este tipo de español aborrece, en cierta
medida, que en un país con distintas lenguas oficiales se use alguna
otra que no sea el español. <<Estamos en España y aquí se
habla español>>, afirma el impecable español asestando
inmisericorde dos o tres faltas de ortografías a la frase.
Curiosamente, este tipo de español es el que defiende, con un
cuchillo entre los dientes y los ojos ensangrentados, un sistema
educativo en el que no puedes ser licenciado o graduado si no tienes
unos conocimientos mínimos de otros idiomas que no sean el español.
Y no porque en España seamos muy generosos con otros idiomas, a la
vista está, sino porque te están preparando para que cuando tu
periodo universitario expire, puedas trabajar en otro país distinto
a España, donde no puedas emplear este incuestionable e
inquebrantable idioma que a todos los españoles nos une: el español.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">Se está convirtiendo el ciudadano en un perfecto examinador de las
lenguas que a nuestro país competen. Nos tomamos la licencia de
corregir y establecer qué momento es el oportuno para emplear tal o
cual idioma: en las salas de prensa de un equipo español, no es
estético usar el catalán, porque puede romper la unidad de un país
tan compacto como España. Me arrastran a la cabeza estas discusiones
irremediablemente a Unamuno. Es conocida la conferencia en la
Universidad de Salamanca en la que el escritor citó a Shakespeare, y
lo pronunció tal y como suena en español. Un joven lo interrumpió,
objetándole que no se pronunciaba Shakespeare, sino </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">seikspir.
</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">Unamuno, que para estas cosas
tenía un gran corazón, dijo a los oyentes: <<ah, pero saben
ustedes inglés>>, y continuó toda la conferencia hablando en
la lengua del dramaturgo citado, provocando el abandono de muchos de
los presentes porque no tenían el nivel necesario.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Publicado en <b><a href="http://andaluciainformacion.es/arcos/594827/a-mi-me-habla-de-usted/" target="_blank">Andalucía Información</a></b> (13/5/2016)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto</b>: Camilo Sesto</span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-5748721854040353162016-04-29T12:49:00.000+02:002016-11-19T13:45:09.083+01:00Lúgubre manía de vivir<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Cuando lean este artículo, ya habré cumplido 29 años. La edad es
una señorita que camina descalza por tu casa para no hacer mucho
ruido, pero que cuando te sientas en el sillón, descuidado, aparece
dándote una patada en la cara. Entonces te das cuenta de que estás
en 2016, que hace veinte años que cantas el popurrí de <i>Los
bordes del área</i>, que lo más productivo que has hecho contigo es
perder el tiempo viendo <i>El día después</i>, y que aún esperas
meter la canasta decisiva en el último segundo y salvar de un
disparo certero a la chica rubia del vestido blanco. Esa patada
inesperada y diestra, en definitiva, te hace recordar las cosas
importantes, como la abuela de una amiga que tiene alzheimer y no se
acuerda del nombre de su nieta, pero que cuando mira la tele mientras
echan <i>Cine de barrio</i>, exclama <<mira Manolo Escobar,
¡qué guapo era!>></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdOAPjUZ4oc-P87lLzYSlaQUwrDSW1tzySUXZKw1KO5CAhsmIqvgq9Dn0kP0cqRh-GwL1OwyEai3pWXjnWDMEsyEn0CNmigTV2TQFC7eHhi6KcVU_Kh6bLwiTW9-SGcPiNveVtc2LwD3E/s1600/ME_semaquilla-copia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdOAPjUZ4oc-P87lLzYSlaQUwrDSW1tzySUXZKw1KO5CAhsmIqvgq9Dn0kP0cqRh-GwL1OwyEai3pWXjnWDMEsyEn0CNmigTV2TQFC7eHhi6KcVU_Kh6bLwiTW9-SGcPiNveVtc2LwD3E/s320/ME_semaquilla-copia.jpg" width="213" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Hablaba con mi abuela de los años que cumplía y apareció mi padre.
Él no prestaba atención a la conversación literaria que llevábamos
entre manos, porque la literatura, a fin de cuentas, es hablar del
paso de los años. Hace unos meses asistí en Madrid a una charla con
el poeta y novelista Manuel Vilas. Tras un silencio que sonaba a hoja
partida por la mitad, alguien del público preguntó si había
cambiado algo en su forma de ver la literatura, a lo que el escritor
de Huesca respondió que últimamente pensaba mucho en la muerte, que
eso lo estaba cambiando todo. La edad está llena de muerte, pero no
de una muerte física de <<ahí te quedas>>, sino de una
muerte literaria, la de los versos con olor a hospital -que diría
aquél- a los que no has prestado mucha atención porque no te
correspondían pero que cobran sentido cuando has traspasado la
trinchera de unos años determinados, y te das cuenta de que siempre
han estado ahí, excavándote pacientes como nadadores. El caso es
que mi padre nos interrumpió tocándome la barriga y diciéndome
<<tío, estás echando bartola>>. Yo me signé, preciso,
y quise pedirle permiso a mi abuela para que me dejara asesinarlo
delante suya, como cuando Johnny Sack pide a Carmine Lupertacci
bondadosamente que le conceda su consentimiento para matar a Ralph
Cifaretto, en <i>Los Soprano</i>, puesto que éste último había
llamado gorda a su mujer en público.
</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
29 años y todavía no he cumplido nada de lo que no me he prometido
cumplir. No hace falta ir por la vida tratando de ponerte metas
cuando todos sabemos, a ciencia cierta, que la vida está para
aburrirse, y que cuanto más nos aburrimos, más felices somos. Ya
Alejandra Pizarnik nos alertaba cuando nos decía <<<i>esta
lúgubre manía de vivir</i>>>. Hay que aburrirse, mirar hacia
abajo, y cuando veas tus zapatos, llamarlos ataúdes, como Nicanor
Parra, que una vez escribió <<<i>sepan que de ahora en
adelante / los zapatos se llaman ataúdes</i>>>. Eso es lo
principal, ya luego nos pondremos metas. Pensando ayer en la ducha
tomé conciencia de que la única actividad constante en mi vida ha
sido la de escribir. No pensaba en qué había escrito, sino que
había escrito durante muchos años seguidos, y que es lo único que
podía hacer. Esto me recordó una escena de la serie <i>Treme</i>:
Janette es una chef de alta cocina exiliada en Nueva York a causa del
huracán Katrina, al igual que Delmond Lambreaux, un espléndido
trompetista de Jazz. Los dos están cenando en un restaurante y
conversan sobre el destino que han escogido. Delmond se sorprende de
la voracidad con que come Janette. La chica le explica que lo hace
así porque en su trabajo no se comen la comida que cocinan. El
trompetista le objeta que es una cosa dura la que ha elegido con su
vida, a lo que la chef le contesta: <<nosotros dos, ¿cierto?,
gente como nosotros, solo hacemos una cosa. No tenemos elección, en
realidad. ¿Podrías hacer algo más?>>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Artículo publicado en <b>Arcos Información</b> (29/04/2916) </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto</b>: Manolo Escobar.</span> </div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-60554997960142836262016-04-20T13:11:00.000+02:002016-04-20T13:11:13.470+02:00Lo de siempre, que ganas...<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">No es bueno llegar a la primavera con los deberes hechos. Entras en
la rutina de ganar, ganar y ganar, y llegan las jornadas decisivas y
miras más lo que hacen aquellos para quienes el curso ha sido un
mero trámite, que lo que verdaderamente te gusta, que es ganar,
ganar y ganar. Te crees indestructible, joder, cómo no, si estás en
Marzo y aventajas en 11 puntos al segundo de la clase, que es
aguerrido, firma una de las temporadas de su historia y aunque gana a
todo el mundo, no puede contigo. Piensas que para que todo termine
tan sólo hay que dejar pasar el tiempo, quizás leyendo a los
modernistas, preocupado por la belleza; tu belleza, porque no sólo
ganas, es que encima en cada partido dejas un soneto en alejandrinos
o una salutación escrita en hexámetros. Así que sí, que lo mejor
es que el tiempo se diluya como una mancha de aceite en un calcetín
y ya el año que viene Dios dirá.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKV6b_wa7as-kY8-EdIVfok22xzMPDZwCBY4ileKgMM9rnuTMNBfSGCS96IDFwHC4Aep_nrMjceojk8I_K2ErO8iBVYUXNPCrvc60OH1wcgA7vy3OoEoKw_9gi4OnTqEtA3S8RFSX_FF4/s1600/fatbol.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKV6b_wa7as-kY8-EdIVfok22xzMPDZwCBY4ileKgMM9rnuTMNBfSGCS96IDFwHC4Aep_nrMjceojk8I_K2ErO8iBVYUXNPCrvc60OH1wcgA7vy3OoEoKw_9gi4OnTqEtA3S8RFSX_FF4/s1600/fatbol.jpg" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Cada derrota que sufras de aquí al final ni siquiera se contará en
los libros de Historia. Qué más da. Acudes a la contienda bien
peinado y bien perfumado, y tratas al balón de forma delicada, al
trote, despacio y en horizontal. Eres jodidamente bueno y tarde o
temprano la pelota entrará, puede que más de una vez, donde mejor
se encuentra, acunada en el vientre de la portería. No importa que
sea el Real Madrid el que venga a chafarte la tarde de un sábado. Ya
nada ni nadie puede estropearte tus plácidos fines de semana. Se
pierde, y qué, aún la ventaja es suficiente. Te duchas, te peinas,
te abrochas el último botón de la camisa y pides comida en el
chino. El miércoles sí hay que darlo todo, vienen los mismos
quisquillosos de siempre a ponerte contra las cuerdas. Sufres. Se
ponen 0-1, pero como siempre, ganas. Lo siguiente es un trance
habitual. Anoeta, que no es un estadio modernista una tarde noche de
domingo, sino triste y melancólico como un verso de Machado.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Ahí te das cuenta de que algo no va bien. Te marcan, y aunque queda
mucho tiempo para que ocurra lo de siempre, que ganes, te quedas sin
respuestas. Lo achacas al cansancio de entresemana, esos
quisquillosos de rojiblanco de verdad que fueron duros. Quizás sea
un traspiés doloroso, pero puede que venga bien para espabilar. Te
ha ocurrido como al estudiante perezoso que llega de clases y se
promete, convencido, que la siesta va a durar una hora. Sin embargo,
cuando abre los ojos, el sol no tiene el color que debe tener y se
marcha bostezando por la espalda de los edificios. Todo va a salir
bien, te dices, todo va a salir bien.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Pero, carajo, el miércoles hay barro. Mucho barro. Te encuentras en
medio de una histeria que ni siquiera has visto llegar. No se puede
fallar. Estos del Manzanares vienen con cuchillos en los dientes,
aunque de nuevas. Ya has vivido eso mismo en Stamford Bridge y ha
pasado lo de siempre, que ganas. No. No ganas. Algo va mal. Tus
compañeros tienen los ojos negros. Las piernas tiemblan. Has llegado
a la primavera con los deberes hechos para la victoria y ahora
resulta que tu máximo rival está en semis y tú no. Que puede que
haya Undécima y tú no estás presente para hacer lo de siempre,
ganarles. Bueno, aún quedan dos competiciones. El calendario es
fácil, y el siguiente partido lo juegas en casa.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Y no. Que no. Que se adelantan en tu campo 0-1 y cuando esperas que
llegue lo necesario, el descanso, resulta que el balón se cuela
elegante por un hueco leve y te hacen el segundo. Y ahí ya sí que
sí. Tomas consciencia de que estás en el final y has alimentado al
mismo demonio que alimentaste tantas veces otros años. Rijkaard,
Ronaldinho. Pero viene A Coruña, donde se ha ganado una liga, donde
va a pasar lo de siempre, te repites, que ganas...</span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-86274250340376335902016-04-15T12:53:00.000+02:002016-11-19T13:45:44.106+01:00Un escritor de provincias<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Mi madre todavía me pregunta qué quiero ser de mayor. Lo hace
seria, tanteando el terreno mientras me acerca sigilosa un bocadillo
de nocilla. Yo me pongo solemne para dar la respuesta. Me aprieto
bien el nudo de la corbata y me abrocho la gabardina hasta el primer
botón de la camisa, para hacerlo lucir. Acto seguido, doy un
mordisco al bocadillo, carraspeo para coger buen tono y afirmo que
quiero ser rico como Mario Vargas Llosa, ganar el Cervantes, el
Príncipe de Asturias y el Nobel. Por ese orden. Nada cercano al
futuro como escritor provinciano y profesor de instituto que me
espera.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEift585jMK3-Gc5oro65mxuBOl7w5WOmjimll_Y9yIaOOlYCS1yXvFLVvTW670mv1zhoLmjAc2MYN30taAZ-wgYInRBhi35aHeVu5BsFFy8JSHXiLVvA5rNUN45cH0g7qChigWVJpXwG90/s1600/con+faldas+y+a+lo+loco+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="193" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEift585jMK3-Gc5oro65mxuBOl7w5WOmjimll_Y9yIaOOlYCS1yXvFLVvTW670mv1zhoLmjAc2MYN30taAZ-wgYInRBhi35aHeVu5BsFFy8JSHXiLVvA5rNUN45cH0g7qChigWVJpXwG90/s320/con+faldas+y+a+lo+loco+3.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
De hecho, ya inicio mi carrera escribiendo en el periódico de mi
pueblo. Mi abuela el otro día me preguntó orgullosa si yo estaba
escribiendo en él. Quise contarle que mi intención era la misma que
la de Antonio Muñoz Molina cuando comenzó a escribir en el Diario
de Granada. El novelista cuenta que se presentó en la redacción del
diario porque no le publicaban nada y ansiaba que sus palabras
desprendieran tinta. Sentirse escritor. Algo parecido a lo que hice
yo en la redacción de este medio. La trayectoria del escritor de
provincias se urde acercándote al abrazo frío de una columna, como
un capo de la mafia busca consuelo zambulléndose en los brazos de su
padrino, implorando que su mujer no se encuentre un pez crudo en el
felpudo de su ático.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Somos los escritores de provincias seres entrañables. Nos paseamos
incomprendidos por las estrechas calles de nuestros pueblos, con los
brazos enlazados detrás de la espalda, buscando un verso a la tarde,
que nos caiga la gota exacta de una idea suntuosa para una novela,
quizás la abuela del vecino de un amigo que perdió a su marido en
la Guerra Civil y sacó adelante a siete hijos. La gente del pueblo
se sentiría orgullosa de esa novela, pensamos, y nos dirigimos
acelerados a casa para escribirla en pocos meses y que el
Ayuntamiento nos la publique con 500 ejemplares. Porque los
escritores provincianos escribimos sobre todo para que nos lea la
gente de nuestro pueblo. Somos como aquellos versos de Pedro Sevilla,
en el poema titulado <i>Mi madre</i>, donde el poeta le confiesa el
único e incontestable motivo por el que se dedica a esta tarea de
borronear papeles: <<<i>Si escribo es porque tengo / una deuda
con tus ojos de lluvia; / para que llores menos, si es posible, / y
digan los del pueblo: / esa vieja de luto es la Angelina, / que le ha
salido un hijo que hace versos / y escribe en los periódicos</i>>>.
Todo se reduce a eso, a que los del pueblo hablen de ti, y si eres
bueno, a que tus alumnos te lean y te pregunten por qué escribiste
esta o la otra cosa.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">A veces el escritor de provincias cree que su obra está poco
reconocida, o que si da un poco más de sí, puede escribir algo que
interese a las grandes editoriales. Quién sabe si un diario. Pero lo
escribe y de las editoriales tan sólo recoge un silencio largo e
imperturbable que entra por el vientre y se acomoda en la garganta.
Entonces piensa en el suicidio, como el protagonista del relato
</span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Diario de un escritor fracasado</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">, de Juan Bonilla. Y tampoco es
eso, hombre. No si en tu pueblo existe un periódico con falta de
columnistas que generosamente va a ofrecerte un acogedor hueco
semanal para que te sientas escritor. Así que aquí me veo,
escribiendo en el periódico de mi pueblo, trajinándome una
excelente carrera como escritor de provincias que esté a la altura
de mis antecesores, repitiéndome lo mismo que dice el comisario que
entra en la funeraria del señor Mozzarella, en </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Con faldas y a lo
loco</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">, y descubre que detrás se
encuentra un bar clandestino:</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"> <<Las cosas hay que
hacerlas bien o no hacerlas>>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Artículo publicado en <b>Arcos Información </b>(15/04/2016)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto: </b><i>Con faldas </i> y a lo loco.</span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-75895037571141872522016-04-05T09:42:00.000+02:002016-11-19T15:29:19.868+01:00Abri, Cruyff ha muerto<div class="Predeterminado" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<div class="Predeterminado" style="line-height: 150%; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Llegué de trabajar como un día normal. Uno, cuando llega a
casa después del trabajo, siempre tiene que hacer el mismo ritual, como una
abuela cuando va a misa, que entra en la iglesia, compra una vela roja, la
enciende y ya después si eso se acomoda para rezar. Dejé mis cosas en mi
habitación y me senté a comer. Mi padre miraba la televisión, como siempre. Yo,
también como siempre, dije <<buenas>> para saludar, sin esperar ni
siquiera una respuesta por parte de nadie, porque a esas horas no hay nada más
importante que el plato que tienes delante. Pero mi padre contestó, claro que
contestó, con una frase sentenciosa que lo único que pretendía era herir la paz
incomprensible de la salita. <<Abri, Cruyff se ha muerto>>. No
tenía ánimos para entablar una conversación con él que versara sobre la
ligereza en el fútbol y sobre quién había marcado una época más gloriosa en el
Barça, así que contesté <<hostias>>, y me concentré en el plato que
tenía enfrente. Ya pasados varios
días, no he podido dejar de pensar en la
muerte de Cruyff y en mi padre. </span></div>
<div class="Predeterminado" style="line-height: 150%; text-indent: 13.5pt;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh89Pfu3Qy1P72Pof9JsPSjot8IrBwhj23eyPjHC4YHL8ZAWAmydI_jflqBGhjX9EsI1E_-JB_AtkBm2IT3B9kCqkgUYUDjwB168DNF4e1sHEDs-ct2UUS615fcdJ6whPQouYCDKv0GkMM/s1600/cruyff.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh89Pfu3Qy1P72Pof9JsPSjot8IrBwhj23eyPjHC4YHL8ZAWAmydI_jflqBGhjX9EsI1E_-JB_AtkBm2IT3B9kCqkgUYUDjwB168DNF4e1sHEDs-ct2UUS615fcdJ6whPQouYCDKv0GkMM/s320/cruyff.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Desconozco los motivos por los cuales mi padre es culé hasta
para elegir sofá. Me gusta pensar que es del Barça porque el club significaba
para él un recurso épico contra el franquismo de su infancia, algo parecido a
lo que pensaba Manuel Vázquez Montalbán, y que Cruyff representaba una clara
victoria contra el Régimen. Sin embargo, creo que es cruyffista porque desde
que nació mi padre hasta 1994, el F.C. Barcelona había vivido sólo dos momentos
gloriosos -un 0-5 en el Bernabéu y el Dream Team-, y en los dos Johan mandaba
tranquilo e imperturbable, vestido con sandalias y una toga de lana cayéndole
sobre el cuerpo. Puro fútbol. Es tan cruyffista que una vez me hizo grabarle un
Argentina-Holanda del Mundial de Francia porque no lo podía ver, y aunque
Cruyff nada tenía que ver con esa selección de Holanda, era holandés, y a
Holanda se la defiende en mi casa como a la última letra de la hipoteca. </span></div>
<div class="Predeterminado" style="line-height: 150%; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Yo, barcelonista prófugo, tengo malos recuerdos de Cruyff
dirigiendo el banquillo del F.C. Barcelona, pues coincidí con la época de los
Cuéllar, Kodro, Prosinecky, Eskurza, Korneiev, y una serie catastrófica de
fichajes que auparon al Barça a la burla más sarnosa y a los comentarios más
feroces en mi contra por parte de los viejos sin escrúpulos que bebían
manzanilla con mi abuelo en el bar. (Artículo completo en <a href="http://andaluciainformacion.es/arcos/583869/abri-cruyff-ha-muerto/" target="_blank">Andalucía Información</a>)</span></div>
<div class="Predeterminado" style="line-height: 150%; text-indent: 13.5pt;">
<br /></div>
</div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-67763837985046071402015-11-17T12:13:00.000+01:002015-11-17T12:13:12.922+01:00Cuatro pezuñas de caballo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Hace tiempo, cuando era pequeño, en mi casa había un pozo con un
barreño grande tapando el boquete para que ni yo ni ninguno de mis
hermanos nos precipitáramos a lo oscuro. La horma del barreño no se
ajustaba a las dimensiones del pozo, así que sus cuatro esquinas se
desnudaban en cuatro huecos opacos que parecían cuatro pezuñas de
caballo. El enigma que para nosotros era aquel agujero nos absorbía,
y ante cualquier despiste de nuestros padres o abuelos allá que
acudíamos, a mirar las tinieblas de puntillas, aterrados, pero con
esa atracción y ese nerviosismo que da el miedo, que trepa la
garganta con dedos huesudos. Mi padre, para que no nos acercáramos,
nos decía que por uno de los huecos podía salir la mano de un hombre
que había en el pozo, y que por eso estaba el barreño, para que no
saliera su alma por las noches. Yo me imaginaba que ese hombre era mi
abuelo, que murió joven porque se cayó por un boquete mientras
trabajaba. Así que por las noches, cuando pasaba por el pozo, corría
con pequeños pasitos para que la mano de mi abuelo no apareciera y
me atrapara y me hiciera cabalgar hasta ese nido de hormigas.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF9otG5Mat0_qb_qCRA8b3lCFJgoZCfQz9MduaeqTsFnPwDXGnKOHz4-hGGy9xe7zG9KmC8aqSgzjUoVfY6a1kgFwjDmSLQmvTPFPx6fKpWkNubzYmzIu5YnVpoRJpMig2Ri3D0VNZNxA/s1600/Irrational-man-primeras-imagenes-First-Look-3-1024x683.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF9otG5Mat0_qb_qCRA8b3lCFJgoZCfQz9MduaeqTsFnPwDXGnKOHz4-hGGy9xe7zG9KmC8aqSgzjUoVfY6a1kgFwjDmSLQmvTPFPx6fKpWkNubzYmzIu5YnVpoRJpMig2Ri3D0VNZNxA/s320/Irrational-man-primeras-imagenes-First-Look-3-1024x683.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Un hueco es lo que más me aterra en la vida. Los huecos tienen el
porte de lo recóndito y lo inexpugnable, pero no son más que
alimañas con sed de arañazos. Piensen en los defensas de fútbol.
Cuando un defensa comprende que en su retaguardia ha aparecido un
hueco, sabe que lo inevitable está por llegar, que lo mejor que
puede suceder es que la muerte aparezca con los antinieblas puestos y
se los lleve a todos por delante, porque el hueco ya está ahí, y
después del hueco viene la sangre y el zarpazo. Xavi, Zidane,
Guardiola, Riquelme, entre otros, han sido grandes futbolistas, pero
antes que eso han sido personas con una capacidad para la maldad
inquebrantable. Eran capaces, con un movimiento en diagonal del
compañero, de saber dónde se generaba el hueco necesario para
introducir el balón por ahí y crear el caos más absoluto en el
campo del rival. Aunque el pase se produjera desde 40 metros, como
aquel de Riquelme en la final de la Intercontinental ante el Real
Madrid, en el que el futbolista argentino, tirando de escuadra y
cartabón, descubrió un resquicio para aniquilar la defensa blanca
de la misma forma que Joaquin Phoenix introduce veneno en el
vaso de plástico del juez, en la película <i>Irrational Man</i>. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Un </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">hueco es el vacío. Dolor. Sangre. </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Las cuencas blancas de los
ojos de un ciego</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">. Cuando era pequeño los huecos eran lugares
divertidos, como cuando nos encerrábamos en las cavidades de las
escaleras para examinar nuestra sexualidad, cuando la pubertad
empujaba las puertas de la adolescencia. Pero ahora los huecos son
pezuñas de caballo, y a todo lo que llegan es a la desesperación.
Lo sabía Lorca y así lo constata en </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Poeta en Nueva York</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">,
donde utiliza la imagen del hueco para expresar todo el dolor del
desamor que manejaba en su viaje por América. Tanto, que un poema se
titula </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Nocturno de lo hueco</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">
(</span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Para ver los huecos de nubes y ríos</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">).
También alude al hueco en </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">1910 (Intermedio)</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">,
como antítesis a la infancia y la felicidad y como recurso para
expresar el dolor absoluto: <<</span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">(...) He visto que las
cosas / cuando buscan su curso encuentran su vacío. / Hay un dolor
de huecos por el aire sin gente / y en mis cojos criaturas vestidas
¡sin desnudos!</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">>>. Un
hueco es el vacío. Dolor. Sangre. </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">Las cuencas blancas de
los ojos de un ciego</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;">. Cuatro pezuñas de caballo. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto</b>: <i>Irrational Man</i>. </span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-43029420975456451892015-11-10T12:17:00.000+01:002015-11-10T12:17:56.124+01:00Ser feo<br />
<div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Hace poco una chica me dijo que era feo. Así, sin más, escupiendo,
arañando la nuez. Uno intuye ciertas cosas en la vida, pero cuando
te las muestran tan nítidas, no tienes más remedio que encogerte y
esperar que el tiempo pase. Sin embargo, me puse a escribir sin
mesura mil incongruencias; no importaba el qué, sólo que el cursor
fuera empujado por palabras indescifrables hasta caer por el
precipicio de la hoja, como Jack Nicholson con su máquina de
escribir en <i>El Resplandor</i>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Es algo raro el ejercicio de escribir, más que nada, porque nadie
sabe dar una explicación exacta a por qué eligió ese oficio y no
otros más sutiles como pescador o azafato de vuelo. Hay quienes se
intentan aproximar, en la medida de la grandeza, a una definición
rebosante de grandilocuencia y sentenciosa, y otros que aluden al
desconocimiento del asunto, a que escribir es mejor que descargar
cajas en el mercado central, o como Caballero Bonald, que afirma que
comenzó la tarea porque le fascinaba la vida que había llevado
Espronceda. Sin duda, la mejor afirmación al respecto del ejercicio
de la escritura la encuentro en Juan José Millás, que con la
cadencia y la amargura con que un borracho le dice al camarero, puro
y whisky en sendas manos, que le ha dejado su mujer, afirma:
<<escribo por las mismas razones que leo, porque no me
encuentro bien>>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Escribir puede ser todo lo que los escritores dicen si eres guapo. Si
eres feo, el único motivo por el que uno se enfunda el pijama y se
acompaña de un Cola-Cao con el ordenador enfrente, es para ligarse a
alguna chica. Adolfo Bioy Casares -que aunque bien guapo, supongo que
debía sentirse muy feo-, confiesa en una entrevista: <<<i>Lo
cierto es que para enamorar a una prima que no me hacía caso pensé
en escribir un libro parecido al de un autor que le gustaba a mi
prima. Así, a los seis o siete años, intenté escribir por primera
vez</i>>>. Los escritores pueden haber leído mucho, pero al
final, las obras -o ciertas obras, más bien, sobre todo aquellas
iniciales- no tienen otro objetivo que el de dar un beso de tornillo,
y quién sabe si algunas caricias.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZDBTqCITvHDDpOhoNmv6cb0bG5ixg0QbLaxMXAk2qlW8AImj-2d2KKdyLx3pAYwoUhBZsvreRrxSJrGSDlwJcoDhFqATIo64UeapVuBHE5pe7aUYekVZqKS5I77aB3l92r-PuNHmc-6E/s1600/adolfo+bioy+casares.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="235" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZDBTqCITvHDDpOhoNmv6cb0bG5ixg0QbLaxMXAk2qlW8AImj-2d2KKdyLx3pAYwoUhBZsvreRrxSJrGSDlwJcoDhFqATIo64UeapVuBHE5pe7aUYekVZqKS5I77aB3l92r-PuNHmc-6E/s320/adolfo+bioy+casares.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Juan Marsé, que como él mismo se retrata, es <<visto de
espaldas, la mismísima imagen del pesimismo>>, cuenta que a
los dieciséis o diecisiete años escribió unos relatos, y que se
los daba a una vecina, amiga de su hermana, para que se los pasara a
máquina, pues era la única en el barrio que poseía una. La chica,
verdaderamente, le gustaba al escritor catalán, que afirma <<<i>no
sé hasta qué punto era una excusa, es decir, no sé hasta qué
punto yo escribía no para conseguir un cuento, sino para que ella me
lo pasara a máquina</i>>>. Marsé confundía, en sus inicios
como escritor, la vocación y el deseo. Pero no es el único caso que
el autor de <i>Últimas tardes con Teresa</i> guarda que relaciona
escritura con mujeres. El periodista José Martí Gómez relata, en
el documental <i>Érase una vez Juan Marsé</i>, cómo una chica se
acercó al escritor y le dijo -o le escupió, más bien- que había
llegado a la conclusión de que lo que había pretendido con <i>Últimas
tardes con Teresa</i> era hacer un ajuste de cuentas con la
burguesía, a lo que el autor, feo y venenoso, contestó: <<<i>mira,
nena, te voy a explicar la idea que me inspiró escribir la novela:
yo siempre me he querido follar a una chica rubia y de ojos azules
como tú, pero como soy feo no he podido nunca, entonces, para mí la
novela es una forma de embellecer mi mundo, y he creado ese personaje
que podrías ser tú, y si hubiera tenido la posibilidad de follarte,
probablemente no hubiera escrito la novela</i>>>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Yo también empecé a escribir para ligar. Mal negocio. Las chicas
querían palabras bonitas pero a la hora de la verdad, un buen coche
o una buena cena hacía olvidar los crepúsculos y las metáforas de
senos y besos incandescentes, que en realidad no tienen otra lectura
que la de <<quiero follarte>>.
La chica para la que empecé a escribir era mi novia, guapa y
enamorada, y eso en la época de la que os hablo, en la que la
pubertad dejaba su huella en el rostro como una madreselva en una
pared, era mucho pedir para un chico lánguido y asqueado como yo. El
caso es que el rumor de que yo escribía cosas para las chicas se
extendió y una tarde, en la que estudiaba latín, se acercó Vero,
una chica rubia y de ojos verdes que era lo más parecido al amor de
mi vida en aquellos años. Lo dejé todo por escribirle un poema,
aborrecí a mi novia -a la que dejé por supuesto- y me inmiscuí en
una lectura tan profunda y a la vez tan ridícula de Quevedo,
Garcilaso o Darío, que mi madre comenzó a preocuparse y a llevarme
un Cola Cao cada diez minutos para poder ver qué ocurría en mi
habitación.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Una tarde Vero me dijo que fuera a un patio que había detrás de su
casa. Yo me abotoné la camisa y me puse una corbata negra como las
de Don Draper, o eso para mí eran las zapatillas deportivas y los
pantalones de tres tallas más que acostumbraba a llevar entonces.
Recuerdo la luz del patio, no porque fuera tibia y porque creara una
bonita estampa, sino todo lo contrario, algunos niños traviesos le
habrían apedreado la dignidad y la bombilla, resistiendo a la muerte
como la llama de un mechero en la Antártida, me daba fogonazos en los
ojos. Pero le leí el poema, y Vero me abrazó, y cuando afilé el
tornillo de mi lengua, el amor de mi vida, con sus ojos azules y
malvados como los de una mujer en un poema de Béquer, se retiró
creando una muralla con sus manos en mi pecho. Me dijo que <<era
feo, y los feos eran graciosos cuando escribían cosas, pero que nada
de tornillos ni qué ocho cuartos>>. No recuerdo lo que pensaba
en el camino a casa. Tan sólo recuerdo que cuando llegué,
necesitaba escribir. Desenfundé el Nokia y escribí a mi novia de
hacía dos días un SMS de auxilio: <<Necesito verte>>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto:</b> Adolfo Bioy Casares. </span> </div>
</div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-59000415520132340572015-11-03T13:21:00.000+01:002015-11-03T13:21:50.341+01:00Volver a las cosas<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Un día un amigo se borró del facebook, dijo que estaba cansado y
desactivó la cuenta, que es lo mismo que quemar todos tus papeles
que acrediten alguna identidad. Mi amigo veía en el hecho un acto
heroico, una forma de soledad, de juntar cuatro ropas y embarcarse en
una furgoneta a ver mundo para encontrarse consigo mismo, como Sean
Penn en <i>Hacia rutas salvajes</i>. Al tiempo volvió, cabizbajo y
casi como pidiendo perdón, diciendo que <<necesitaba estar al
tanto de la vida y hablar con algunas personas>>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZFJQ3OXyXu_WYzKfxVaGuCbAtKavbasnLwwLp1-3Du2WVOj0J7hAaLJ75FjLYAJbfJT3mA5xPL5PboBrdN95f6FQ6YkS7Z2LrBRkSmnjQLSe4CwHa0gXgwiTAXw3Ee26XyWN41OQ3E4w/s1600/rosa+chacel.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZFJQ3OXyXu_WYzKfxVaGuCbAtKavbasnLwwLp1-3Du2WVOj0J7hAaLJ75FjLYAJbfJT3mA5xPL5PboBrdN95f6FQ6YkS7Z2LrBRkSmnjQLSe4CwHa0gXgwiTAXw3Ee26XyWN41OQ3E4w/s320/rosa+chacel.jpg" width="279" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Siempre hay que volver a las cosas, es algo inevitable del ser
humano, volver al punto donde se empezó todo, a lo oscuro. Por algo
nacemos y por algo morimos. Morir no es otra cosa que volver al
origen de uno mismo. A los escritores les sucede tres cuartos de la
misma cosa: escriben, entran en crisis y a los diez meses, cinco
años, cincuenta años, vuelven al papel aunque sólo sea para poner
<<escribo como la mierda>>. Todos salvo Juan Rulfo. Es
conocido que alguna vez un admirador lo instó a que escribiera más
novelas, a lo que el autor de <i>Pedro Páramo</i> contestó,
sorprendido, algo así como que ya había escrito dos novelas, y esas
ya eran muchas.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Todo regreso viene acompañado de un rumor. No es una voz que te
dicta, ni una señal ni otras gilipolleces del mismo estilo. Es como
una carcoma, que te va mordiendo las entrañas despacito, o el
estómago, que no es otra cosa que un precipicio muy hondo donde
anida todo aquello que quiere venir de vueltas. Mucho mejor que yo lo
explicó Rafael Alberti cuando escribió aquello de <<<i>Estos
rumores / estos leves susurros conocidos / de cielos, hojas, vientos
y oleajes / son mis aires mejores, ya felices / o confesadamente
melancólicos. / Vuelvo a encontrarlos, vuelvo / a sentirlos tan míos
/ después de tan alegres y cansados </i>(..)>>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
El caso es saber cómo y cuándo volver. Pongo dos ejemplos de
futbolistas: Joaquín volvió al Betis entre vítores y loas, digamos
que Sevilla lo recibió y se preparó para ello como cuando eras
pequeño y tu maestra te concienciaba de que venía la Reina Sofía
al pueblo. Entonces, cuando salías del colegio, veías al alcalde
descorchar champán y lanzárselo por encima, y el pueblo era todo
derroche, todo alegría y todo Bienvenido <i>Mr. Marshall</i>.
Joaquín puede jugar bien o mal, eso es su elección, pero en el
Betis siempre va a tener al utillero a su favor. Algo distinto
sucedió con Dani Güiza. Jerezano de nacimiento, cuando las cosas
iban bien lanzó obuses de plata a la afición del Cádiz, afirmando
<<nunca jugaré en el Cádiz>>, o cuando jugaba en el
Real Murcia, que declaró que le gustaría <<chafarle el
ascenso al Cádiz>>, incluso cuando militaba en Primera y era
internacional, envalentonado por la situación, llegó a decir que
<<Cádiz era un pueblo de Jerez>>. Pero al tiempo un
futbolista se hace viejo, y necesita volver a su tierra, aunque su
tierra sea hostil. No le ocurre como a Rosa Chacel, que no sentía
nostalgia de España cuando estuvo en el exilio porque la España
victoriosa y franquista no era su España. Güiza fichó por el
Cádiz, y en su presentación había gente que deseaba que dejara el
mundo y que le decía cosas muy feas a su madre.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Uno de los personajes que he leído y que más asombro me ha causado
ha sido el psicópata que orinaba en las iglesias en la novela <i>2666</i>
de Roberto Bolaño. El hombre profanaba los altares con su orín y
después de miccionar, permanecía rezando. A pesar de lo descarado
de su ofensa y de su crimen, volvía una y otra vez a un altar para
orinar y después rezar. Y en esas estoy, volviendo una y otra vez a
este blog, quizás porque necesito a un editor que me meta a pobre, o
quizás porque uno cree que escribiendo va a arreglar algo. El caso
es que he vuelto a llenar el minibar y que las puertas están
abiertas 24 horas. Descálcense y sírvanse una copa, son
bienvenidos.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Foto:</b> Rosa Chacel.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<br /></div>
<br />La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-46174012982944887612015-03-17T13:47:00.000+01:002016-11-19T13:47:10.803+01:00El tablero de McGrady<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNivvRYrd0Bx7vEeU3jwoVzB3CeffE2Vw2T-9VyklVyUFNvS6EY8wam9LAlcgH7YEPgpvqb1ahC0ViMDPA4NS3PWGgPk0fAwdEdzGSqsi8V-e-Tu90q-nymLLsXl7uf-jtw5_UPUWS7aI/s1600/mcgrady+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNivvRYrd0Bx7vEeU3jwoVzB3CeffE2Vw2T-9VyklVyUFNvS6EY8wam9LAlcgH7YEPgpvqb1ahC0ViMDPA4NS3PWGgPk0fAwdEdzGSqsi8V-e-Tu90q-nymLLsXl7uf-jtw5_UPUWS7aI/s1600/mcgrady+4.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><<¡Buscad el tablero, hay que buscar el tablero, carallo!>>,
nos aguijoneaba Ángel, un entrenador gallego que nos iniciaba en el arte
confuso del baloncesto. Para nosotros, en cambio, el tablero era la manera
sucia de meter una canasta, el camino fácil que desechaba la floritura,
aquella que nos había suscitado las
ganas de practicar ese deporte. Así las cosas, Ángel nos parecía un pelmazo
cuando dejábamos el balón directamente en el aro y nos repetía una y otra vez que
el tablero era el camino que había que elegir para encestar. No era el
procedimiento que usaban los jugadores que nos gustaban, no era el recurso que
unos niños de trece años querían para disfrutar del baloncesto. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Aunque si echamos la vista atrás, a nuestra generación le costaba
encontrar un jugador que se amoldara a
nuestros gustos. Nos encontrábamos, seguramente, ante la época más confusa
desde que David Stern se hiciera
cargo de la NBA en 1984. Michael Jordan, el jugador símbolo de la liga, que
acaparaba todo el marketing de ésta y a la que proporcionaba unos resultados
económicos sin precedentes, había anunciado su segunda retirada cuando nos
adentrábamos en la temporada del año 1999, dejando en las oficinas de la liga
el silencio incómodo de la incertidumbre. Antes, el comisionado de la NBA tuvo
que hacer frente a las exigencias económicas por parte de la patronal y el
sindicato de jugadores, que no consideraba justo que el 20% de los jugadores
recibiera el mínimo salarial, mientras que sólo nueve acapararan el 15% de todo
el dinero que estaba destinado a pagar salarios. La NBA y la Asociación de
Jugadores se habían reunido 9 veces antes del 30 de junio de 1998, día en el
que se decretó un <i>lockout</i> que duró 204 días. Fue David Stern quien
agarró el problema por las asas. La amenaza del cierre completo de la
temporada amenazaba la NBA, que envió
una carta a título personal a todos los jugadores y que amenazó con el cierre
definitivo de la temporada si en enero no se había llegado a un acuerdo. La
jugada le salió bien a Stern y se pudo jugar una temporada de 50 partidos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Para el aficionado fue un año raro. El juego ofrecido por las franquicias
era especialmente pobre. Con el adiós de Jordan, aquellos que nos saciábamos
viendo algunos resúmenes en +Deporte, el programa de Canal Plus, nos sentimos
abandonados al no poder contemplar más sus mates ingrávidos, sus canastas en el
último segundo y sus aros pasados con doble pirueta. Porque no sólo se fue
Jordan, sino que también se fue Chicago. Tras la despedida del 23, Pippen,
Rodman y Phill Jackson también acordaron su salida, y con ellos se fue lo que
quedaba de una franquicia que -quizás porque era la franquicia más mediática y
a la que teníamos más acceso- nos había enganchado al baloncesto. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En estas circunstancias, yo me adentraba a buscar al nuevo jugador que
fuera capaz de levantarme del sillón. No estaba, desde luego, en la franquicia
ganadora en aquella temporada del 99. Los San Antonio Spurs de Gregg Popovich
obtuvieron ese año en el <i>draft</i> al posiblemente mejor ala-pívot de la
historia, Tim Duncan, y fueron campeones. Es sin duda el 21 de los Spurs el
jugador que mejor ha aprovechado el tablero para encestar, y esto,
precisamente, le quitaba méritos de excepcionalidad ante la mirada codiciosa de
un chaval de 13 años. Si después de cinco anillos y de desplegar en la última
final, ante los Miami Heat de Lebron James, el mejor juego ofensivo y de equipo
que he visto hasta ahora, se sigue acusando a Tim Duncan y sus San Antonio
Spurs de estrella y franquicia con poco tirón, imagínense el que pudieran tener
aquel año, en el que el juego pragmático y de ascendencia militar como la de su
entrenador distaba mucho del desarrollado en las últimas Finales. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La NBA se encontraba frente a un panorama sombrío y necesitaba reclutar a
los aficionados anhelantes de <i>showtime</i>.
La revelación apareció de forma inesperada. Sacramento Kings, una franquicia en
constantes procesos de remodelación, escogió en el <i>draft</i> del 98 a Jason
Williams, un base blanquito capaz de hacer auténticas locuras con un balón de
baloncesto. Dice Antoni Daimiel en <i>El sueño de mi desvelo</i>, libro del que
nos hemos surtido para este artículo, lo siguiente sobre <i>Chocolate Blanco</i>:
<<<i>Se puso a jugar con el codo. Perfección, nunca exenta de
espectacularidad, que sentó frente al televisor a altas horas de la madrugada a
gente que en su vida había visto más de un par de partidos de baloncesto
completo</i>>>. La incursión de este base, que estaba acompañado por
excelentes jugadores como Chris Webber, Vlade Divac y Stojakovic, fue un brote
de esperanza para aquellos que esperábamos juego de contraataque y pases
mirando al tendido finalizados con mates sonoros. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Aunque la primera señal de que la NBA empezaba a darle otro ritmo de
juego a la competición fue <a href="https://www.youtube.com/watch?v=zgA0RvZ445o" target="_blank">el concurso de mates del 2000</a>. Fue la primera vez
que vi a Tracy McGrady. Me sorprendieron sus piernas largas y flacas y la
potencia inusitada con que atacaba el aro para machacar. El gran triunfante de
la noche fue su primo y compañero de equipo, Vince Carter, pero mis ojos se
centraron en los ojos caídos de Mcgrady y el pasotismo con que botaba el balón.
Su concurso de mates fue excepcional, pero el de sus contrincantes más aún.
Aquel concurso fue un muestrario de mates irrealizables que dejó atónitos a los
presentes, fue una advertencia a los huidizos de que la espectacularidad iba a
volver, y Mcgrady iba a ser uno de los protagonistas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Tracy Mcgrady fue uno de esos chavales que entraron en la liga
directamente del instituto pidiendo paso entre los grandes de la manera más
rápida. Llegó a Toronto Raptors, una franquicia que contaba con tres años de
existencia y donde vivió a la sombra de su primo Vince Carter. No obstante, sus
números fueron buenos en la franquicia canadiense y en cuanto quedó libre, fue
reclutado por los Orlando Magics para formar una dupla exterior junto con Grant
Hill que fuera temida por los defensores de la Conferencia Este. Pero a
Mcgrady, y a Grant Hill, les acompañaría durante su carrera un aura maldita en
forma de lesiones, especialmente con el segundo, que se lesionaría al poco
tiempo de iniciarse la temporada, dejando huérfano a Mcgrady en un equipo que
con Grant Hill aspiraba al anillo y sin él podía luchar por los <i>playoffs</i>.
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Muchos eligieron otros jugadores, algo normal. La época de T-Mac con los
Magics coincidió con una etapa de descompensación entre la Conferencia Este y
Oeste, que provocaba que se volviera la vista a otros jugadores exteriores como
Kobe Bryant. Incluso en el Este se encontraban algunos más mediáticos, como
Iverson o el propio Vince Carter. Aun así, McGrady era una fuerza incontrolable
y tardaría poco en hacerse un hueco entre los grandes de la NBA. En su primer
año como solista en Orlando, recibió el premio de Jugador más mejorado de la
NBA, promedió 26,8 puntos por partido, apareció en el segundo mejor quinteto de
la liga y fue nominado para el MVP de la temporada, todo esto con 21 años. De
esta forma, se convirtió en uno de los habituales en los All Star Games de la
década del 2000 e iba fraguando al jugador capaz de anotar 13 puntos en 35
segundos. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP0lh2wdKul-hbH3y259V7bzAaVRkC0nNJ_epl129T9YK6Wt4qSG8AqRrGi4eL5lTiOyUwzmGDSVD8Ml38VvmVVXzLa57EsFrmP2sJEw9iJ_Oxjq8WcJZ6ShQZ_Yc3vK9Bs8c7wJT3iAk/s1600/mcgrady+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP0lh2wdKul-hbH3y259V7bzAaVRkC0nNJ_epl129T9YK6Wt4qSG8AqRrGi4eL5lTiOyUwzmGDSVD8Ml38VvmVVXzLa57EsFrmP2sJEw9iJ_Oxjq8WcJZ6ShQZ_Yc3vK9Bs8c7wJT3iAk/s1600/mcgrady+2.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Elegí a Mcgrady por la dulzura con que botaba el balón, por el buen
manejo de la bola a pesar de su altura (2,03), por la capacidad que tenía para
pararse y tirar con movimientos casi de bailarina, por su potencia para matar
por encima del rival, pero sobre todo, porque fue un jugador perseguido por la
derrota. Además, la aceptaba con impasibilidad aparente. Siempre guardaba la
misma expresión para los momentos buenos y los malos, y con sus canastas
imposibles, nos sacaba una sonrisa que hacía gritar a Andrés Montes:
<<¿Por qué eres tan bueno McGrady?>>. En definitiva, era un jugador
con potencial para ganar cuantos anillos quisiera pero al que la mala suerte,
en forma de lesiones (ya fueran suyas o de sus compañeros más ilustres), no le
hizo ver más allá de la primera ronda de <i>playoffs</i>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: 12pt;">Mientras tanto, en aquella
época en la que T-Mac fraguaba su leyenda oscura en Orlando, Ángel nos seguía
preguntando qué carallo nos pasaba con el tablero. Comenzamos a usarlo por su
insistencia, y porque nos dimos cuenta que a veces la gravedad era un problema
irresoluble para nuestros menudos cuerpos. No usar el tablero era una virtud
que sólo unos pocos jugadores se podían permitir. Sin embargo, llegó el All
Star Game de Filadelfia en el año 2002. Recuerdo que era muy tarde y a la
mañana siguiente había instituto. Nada importaba, era una oportunidad única
para ver a Tracy McGrady en acción. El partido discurría de forma tranquila,
como suelen empezar esos encuentros, hasta que de pronto, cuando nos
encontrábamos al principio del segundo cuarto, McGrady recibió el balón en su
propia canasta tras saque de fondo, botó hasta la línea de 6,75 rival, desde
ahí estrelló el balón contra el tablero, bajo la mirada de Steve Nash, Gary
Payton y Dirk Nowitzki, y con un potente salto desde la pintura, logró cogerlo
de nuevo para machacar, volviendo incrédulos a los presentes El salón de mi
casa explotó. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=QZFBROm2DEU" target="_blank">Era la primera vez que veía un </a></span><i style="font-size: 12pt;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=QZFBROm2DEU" target="_blank">auto-alley-hoop</a></i></span><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=QZFBROm2DEU" target="_blank"> contra el tablero</a>. Fue cuando pensé que si pocos jugadores se podían permitir jugar sin
tablero, sólo McGrady podía jugar con él de esa forma. Habíamos visto una
jugada que desquiciaría a Ángel durante muchos entrenamientos. </span><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGUXoUn3TQuHFrzWJBPbsqwl6jNn5MsOFHfvmM_oOdUGSdctd27Ci73lnnnFXHN7_onjILOL8lp1Rw6NerlXXKknPMvnA9guT7W7wr7DcFrbfLnBdb418o9fQ7mRx9nJ4XKusAy5a85J4/s1600/macgrady+all+star+2002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGUXoUn3TQuHFrzWJBPbsqwl6jNn5MsOFHfvmM_oOdUGSdctd27Ci73lnnnFXHN7_onjILOL8lp1Rw6NerlXXKknPMvnA9guT7W7wr7DcFrbfLnBdb418o9fQ7mRx9nJ4XKusAy5a85J4/s1600/macgrady+all+star+2002.jpg" width="486" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tracy McGrady tras asistirse en el tablero en el <i>All Star Weekend</i> de Filadelfia (2002)</td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Artículo publicado en el primer número de <a href="https://www.facebook.com/revistalatabarrera" target="_blank">La tabarrera</a>. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-size: 12pt;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-59431323684545355122015-03-03T13:05:00.000+01:002016-11-19T13:48:05.591+01:00Cádiz: Pasodobles para un equipo de fútbol<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipCoyhgSDDh4DEdfbJ85IHrthukpcODgL7YaOYXm-erIRKP_LV0a4g-yqwFlg1FXmm3EfMsmzijj0y-MJXJVd7Y-_3XsYFMhjFMX917o3UfhysBiysMRAv8v2jxK-f5r-7aYtBlnoDXfI/s1600/la+familia+pepperoni.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="403" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipCoyhgSDDh4DEdfbJ85IHrthukpcODgL7YaOYXm-erIRKP_LV0a4g-yqwFlg1FXmm3EfMsmzijj0y-MJXJVd7Y-_3XsYFMhjFMX917o3UfhysBiysMRAv8v2jxK-f5r-7aYtBlnoDXfI/s1600/la+familia+pepperoni.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Chirigota <i>La Familia Pepperoni</i> (1998)</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">El fútbol español vive unos momentos confusos si hablamos de los
aficionados que van al estadio para desgañitarse por sus equipos. Y no les
hablo sólo de los incidentes ocurridos el pasado 30 de noviembre en el
Manzanares -cuyo suceso no vamos a explicar aquí, pues ya el sensacionalismo
nacional nos ha dado buena cuenta de ello-, sino de la dificultad que tienen
algunos aficionados para asistir al estadio por mor de las exigencias horarias
impuestas por la LFP. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Están desalojando los estadios para que los orientales puedan ver nuestro
fútbol, mientras el aficionado autóctono, en lugar de abonarse a su club, se
abona a Canal Plus Liga para poder ver el partido de su equipo después de
cenar. Traicionar a los estadios de fútbol es apuñalar de las entrañas hacia arriba el alma de los clubes y, aunque
suene a topicazo, la única alma que puede tener un club de fútbol es su
afición, y ésta toma su estadio como parapeto ante el golpe enemigo, como el
lugar que hay que defender de los forasteros como si de tu propia casa se
tratara. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">El Cádiz C. F. también tiene un estadio que defender, y su afición
pintarrajea los alrededores de azul y amarillo siempre que el equipo juega en
casa. Manolo Santander, con su <a href="https://www.youtube.com/watch?v=CdXXbX8vuKU" target="_blank">chirigota </a><i><a href="https://www.youtube.com/watch?v=CdXXbX8vuKU" target="_blank">Los de la Roca</a> (</i>2007), ofrece
una excelente visión de cómo un aficionado de fútbol siente el estadio del
equipo que defiende como su segunda casa. Tratándose de Manolo Santander, ese
segundo hogar sólo puede tratarse del estadio Carranza: <i>En el barrio La
Laguna / dueño soy de una parcela / (…) El terreno es chiquitito / lo comparto
con más gente / y allí voy cada domingo / porque es que yo necesito / empaparme
de su ambiente. / En sus gradas he crecido / y quiero vivir / en sus gradas he
crecido y quiero morir. </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Cádiz, lugar al que pertenecen las dos artes a las que me voy a dedicar
en este artículo, es una ciudad extraña: puede lucir como una brillante modelo
rubia si nuestra mirada es superficial, pero si nos fijamos en sus entrañas,
destila la suciedad de los malos hábitos habituales entre las personas de
glamour. Aunque si algo define la ciudad, es la pasión. Los gaditanos giran
todo el año entorno a dos emociones difíciles de explicar si no eres de Cádiz:
el fútbol y carnaval, y cuando hablamos de fútbol, hablamos del Cádiz C.F.
Pocas veces he visto a miles de aficionados esperar a su equipo cuando se va a
disputar un partido de 2ªB. Ocurrió el 20 de mayo de 2012, cuando el Cádiz se
jugaba el ascenso a Segunda División contra el Real Madrid Castilla. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=EIvYNpXSpB0" target="_blank">Miles de aficionados esperando al autobús del equipo en la entrada al estadio y gritando</a>
<<por un Cádiz revolucionario, todos los fachas fuera del
estadio>>, <<oé Cádiz oé>> o<a href="https://www.youtube.com/watch?v=E8UDOKG1MVg" target="_blank"> el pasodoble de la chirigota La Familia Pepperoni</a> <<<i>Me han dicho que el amarillo /
está maldito pa´los artistas / y ese color sin embargo / es gloria bendita para
los cadistas</i>>>. Porque como hemos dicho antes, carnaval y fútbol son
las dos pasiones de los gaditanos y éstos se han encargado de que vayan juntas.
De hecho, el pasodoble <i>Me han dicho que el amarillo </i>se ha convertido en
el himno oficioso del Cádiz C.F.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Por supuesto, <i>La Familia Pepperoni</i>, chirigota encargada de entonar
por primera vez el pasodoble con autoría de Manolo Santander, no hizo la letra
por encargo del club. El hecho de que una copla de carnaval se convirtiera en
una especie de himno para la afición de un club importante como el Cádiz,
ejemplifica muy bien la importancia y significación que tiene esta fiesta entre
la gente de la ciudad. En un ejercicio
de poesía popular, el pueblo de Cádiz tomó esa letra como suya. Uno puede
no conocer al autor de la letra, pero seguro que conoce el pasodoble. No hay
mayor colofón para un carnavalero que una letra suya se convierta en un himno
para la ciudad, como bien recordaron <i>Los hinchapelotas</i>, chirigota del
2012, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=k9e4LirgmuU" target="_blank">en una copla suya dedicada al autor del pasodoble</a> que se ha erigido como
himno del club, en la que se puede apreciar lo siguiente: <<<i>No hay
Gran Final / ni hay antifaz / ni premio que supere / que una canción / de
carnaval / el pueblo se la quede</i>>>. Por ello, Manolo Santander ha
pasado ya al olimpo de personajes ilustres en Cádiz, y estoy seguro de que hay
más personas que conocen antes su nombre que el de Fernando Quiñones o José Mª
Pemán. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Si uno observara a miles de personas
esperando el autobús de su equipo de fútbol, podría pensar que ese equipo se
bate en una eliminatoria importante de <i>Champions League</i>, o que se
enfrenta a un partido decisivo para ganar una liga. Pero la realidad del club
amarillo es bien distinta. Su presente es aciago y está marcado por la
incertidumbre. Así, se va dejando el orgullo por campos de mala madre de 2ªB
para volver al lugar que por afición le corresponde. El Cádiz me recuerda a esa
escena de <i>Kill Bill 2</i>, la película de Tarantino, en la que la
protagonista está enterrada en un ataúd, y a base de paciencia, dando pequeños
puñetazos para que la madera ceda, logra escapar del boquete. Y eso es
exactamente lo que lleva intentando el Cádiz desde hace varios años ya, escapar
del boquete. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Para relatar la última gran gesta protagonizada por el club, debemos
retroceder una década, exactamente hasta el año 2005. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=DNGwPQUcULM" target="_blank">El Cádiz se jugaba ascender en el campo del máximo rival, el Xerez C.D</a>. Imaginen que el F.C.
Barcelona visita el Bernabéu y el equipo blanco puede dejarlo sin liga, o por
el contrario, puede ser derrotado en su propia casa para regodeo de toda
Cataluña; imaginen ese escenario. Pues con esa misma tensión se vivía ese
derbi. Pero pronto se disiparon las dudas. Nada más comenzar el partido, Oli
asestó un zurdazo que retumbó como el golpe de bombo de una chirigota clásica.
El resto fue dejar atrás los minutos, de hecho, el segundo gol cadista fue mera
anécdota, ya Oli se había encargado de dejar las cosas claras desde el inicio,
como cuando Michael Corleone vuelve del baño con un revólver y dispara, sin
preguntar, a Sollozo y el capitán McClusky en la película <i>El Padrino</i>. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Por supuesto, las agrupaciones se acordarían de la hazaña y la
reflejarían en sus letras. En el carnaval siguiente al ascenso conseguido, la
comparsa <i>Los Parias</i>, del autor Juan Carlos Aragón, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=5y7NIAzze34" target="_blank">se referiría a la gesta de la siguiente forma</a>: <i>Hay días que pasan cuando llegan / pero sus
noches nunca pasan, / como la noche coronada / por nuestra amarilla bandera, /
la noche de la primavera / más bella que tuvo Carranza. / De Jerez, fueron de
vino de Jerez / las lágrimas que derramé / la noche de la primavera / más bella
que tuvo Carranza </i>(…) <i>/ Por eso cuando las banderas / cubrieron las
ciudad entera / sentí el mayor escalofrío. / Lo que pasaba era más grande / y
cada gol más importante / que to el ascenso conseguío. </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Oli fue el jugador referente de aquel Cádiz C.F. que consiguió el
ascenso. No fue casualidad que el asturiano fuera quien asestara la cuchillada
final en Chapín. Su relación con el club gaditano y con la afición se
manifestaba en cada minuto que el jugador permanecía en el campo. Tanto se
reflejaban el club y el jugador, que tras
no conseguir mantenerse en
Primera División, Oli fue elegido como técnico para volver a repetir la gesta
la temporada siguiente. Pero las cosas empezaron a decaer y el idilio entre
ambas partes se terminó antes de lo esperado. Sin embargo, la afición aún
guarda un gran recuerdo del jugador ovetense. Ya antes de esta gesta, la
chirigota <i>Los golfus de Roma</i> (2005), dedicaron <a href="https://www.youtube.com/watch?v=bUnPaY5lMog" target="_blank">un pasodoble al futbolista</a>, en el que querían decirle que lo consideraban como un gaditano más,
a pesar de que no hubiera nacido en Cádiz: <i>cuando tú besas mi escudo / estás
besando a to Cai entero. / Venga, sigue partiéndote el alma / que te llevan en
volandas / todos los cadistas buenos (…) / pudiste venir a Cádiz / para
llevarte el parné / pero elegiste vencer / y conquistar corazones / de una
afición que te adora / y a la que respondes echando cojones (…) / Y por eso
esta afición / aunque tú seas asturiano / te ha demostrado su amor / porque ya
eres Oli otro gaditano</i>. </span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQdDVHjtoKkuRQxCOERNiJ7DuPYqTbkodonWB1ZerHrnyXmivlC5mZlduvA-JT7Y-Ld0nm-YqMyKS_wM2oQzn87HDGwxM8_ttUa_et6JZ5f_iOk6h0C6OzjJC1B_lbCODhnYZPQVxhCIc/s1600/oli.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="425" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQdDVHjtoKkuRQxCOERNiJ7DuPYqTbkodonWB1ZerHrnyXmivlC5mZlduvA-JT7Y-Ld0nm-YqMyKS_wM2oQzn87HDGwxM8_ttUa_et6JZ5f_iOk6h0C6OzjJC1B_lbCODhnYZPQVxhCIc/s1600/oli.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Oli, estandarte de la última gran época del Cádiz C.F.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">No todas las letras de los pasodobles referidas al equipo gaditano son
tan aduladoras. El espíritu crítico de algunas agrupaciones es algo destacable,
y más aún cuando las cosas no marchan bien, que es lo que le ha ocurrido al
Cádiz en los últimos años. Si repasamos la trayectoria del equipo, ha
conseguido subir a Primera División, descender a 2ª B dos temporadas después de
haber estado en la máxima categoría. Antes de descender, el club había sido
abandonado por los nuevos dueños, cuando tan sólo llevaban cuatro meses de
mandato, dejando la incertidumbre sobre el futuro económico de la entidad entre
sus aficionados, que auscultaban el fantasma del descenso ante el mal rumbo que
estaba tomando la dirección del club. Ese descenso se consumó añadiéndole una
pizca más de tragedia al asunto. Abraham Paz, capitán del equipo, falló un
penalti cuando corría el minuto seis de descuento para el final del partido
que, de haber sido anotado, hubiera dejado al Cádiz en Segunda División. Al año
siguiente se consiguió el ascenso a Segunda de nuevo, pero cuando el objetivo
era mantenerse en la categoría, para que la temporada siguiente, la del 2011,
temporada del Centenario del club, se pudiera luchar por objetivos más
ambiciosos, el equipo volvió a descender a 2ªB. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Ese descenso fue un varapalo para la afición. El nuevo estadio, que se
pretendía que estuviera finalizado para el año del Centenario, estaba desnudo
ante la ciudad. El ambiente era frío y raro, y la nostalgia se apoderó del
aficionado cadista, que miraba al pasado como método para perderse de una
realidad tan pesarosa. Estas circunstancias influyeron también en las letras de
las agrupaciones dedicadas a un acontecimiento tan importante como el
Centenario del club al que defienden, como la de la chirigota <i>The Cádiz Post
Time</i>, de José Antonio Vera Luque, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=McCDCmkxvgc" target="_blank">en la que define el acontecimiento de cumplir un siglo de edad de esta forma</a>: <i>Centenario sin tribuna / sin alegría
ninguna / sin motivos de jolgorio /que más que lo que merece / el cumpleaños
parece / un velatorio</i>. Y donde más
adelante, si seguimos escuchando el pasodoble, sumerge al aficionado en la
nostalgia antes mencionada, nombrando jugadores míticos del club cadista, para
finalizar con una crítica salvaje e implacable hacia aquellos que jugaron con
el futuro del club tratando de hacer negocios: <i>Y recuerdo a los piratas / de
chaqueta y de corbata / que llegaron prometiendo, / prometieron oro y plata / y
luego como las ratas / de aquí se fueron corriendo. / Y es por eso que lo
advierto / y lo digo como socio / a tos los que están ahora / pa´que se
apliquen el cuento / que el Cádiz no es un negocio</i>. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La situación del club, después del Centenario, no ha mejorado mucho.
Aparte de haber pasado de nuevo por varias manos en su dirección, en lo
deportivo tan sólo han sobrevenido catástrofes. El mismo año del Centenario,
cuando todo parecía indicar que el club volvería a la Categoría de Plata en el minuto 82 de partido de vuelta en Mirandés,
en el que se perdía 2-1, pero en el que se contaba con una ventaja de 2-0, es
decir, que el Mirandés disponía tan sólo de 8 minutos para meter dos goles y
remontar la eliminatoria. Sin embargo, se trataba del Cádiz, y por supuesto que
el club negrirojo consiguió esos dos tantos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Algo parecido ocurrió la temporada siguiente, en la que en el partido
decisivo para el ascenso, el Cádiz C.F. consiguió remontar un 3-1 en contra
frente al Lugo, pero no pudo conseguir el ascenso porque erraron más en la
tanda de penaltis. Además, después de ese nuevo golpe, el club estuvo a punto de
descender a 3ª División bajo el mandato de un grupo italiano que endeuda aún
más el club.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 13.5pt;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: 12pt;">El
Cádiz C.F. posee una afición que acude en gran número al estadio, algo que
parece difícil de imaginar teniendo en cuenta los últimos acontecimientos
sufridos. Además, esa afición ofrece su visión de lo que acontece en su club
cantando coplas de carnaval, lo que la hace más única todavía del resto de
España. Una afición que se acoge a la nostalgia para soñar con recuperar el
lugar que le corresponde, y que no mira otros colores que el azul y el
amarillo. </span><i style="font-size: 12pt;">Pero hay quien dice y maldice / que el Cádiz para él no existe /
ya puede presumir / pero siendo de aquí / con esa pena tendrá que morirse</i><span style="font-size: 12pt;">,
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=RG61QdVEB1Q" target="_blank">cantaba la chirigota </a></span><i style="font-size: 12pt;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=RG61QdVEB1Q" target="_blank">Retrato de familia</a></i><span style="font-size: 12pt;"> en el año 1993, diciendo que en
Cádiz puede haber gente a la que le guste otros equipos, pero que el equipo de
la ciudad juega en Carranza y es el Cádiz C.F.</span></span><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"> </span>
</span><span style="font-size: 12pt;"> </span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjd7SGVDGvjUd9Is0EdOKWwOhMBbiOnrjfIiuwuyitEMYEG9hoysE-lGnFEcdniZF0WWvJKNFUKWi_WC2mSH4Wz4czXPFVrHWyVTNfT7Wy-0lm9l-WqaCwAyDuRNj4NYzyjJlGKtFN5PpE/s1600/los+comparsistas+se+la+dan+de+artistas.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="395" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjd7SGVDGvjUd9Is0EdOKWwOhMBbiOnrjfIiuwuyitEMYEG9hoysE-lGnFEcdniZF0WWvJKNFUKWi_WC2mSH4Wz4czXPFVrHWyVTNfT7Wy-0lm9l-WqaCwAyDuRNj4NYzyjJlGKtFN5PpE/s1600/los+comparsistas+se+la+dan+de+artistas.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Los comparsistas se la dan de artistas</i> (2009)</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 16px;">(Artículo publicado en el 2º número de </span><a href="https://www.facebook.com/revistalatabarrera" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 16px;" target="_blank">La Tabarrera</a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 16px;">)</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 16px;">.</span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-32451070944642538902015-02-10T13:07:00.000+01:002015-02-10T13:07:00.477+01:00Hemos venido a matarnos<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pocas cosas existen tan hábiles como ser un torpe. Estoy seguro de
que hay gente que si le dieran a elegir, escogería ser torpe. No es
mi caso, por supuesto, la ineptitud lleva agarrada al bolsillo
trasero de mi pantalón, como una niña asustada agarra el de su
padre, prácticamente desde que sé comer con tenedor. A mí no me
pesa, es más, la considero fatalmente bella, un signo de muerte
trágica capaz de dejar un cadáver con aspecto de majestuoso
sosiego, como el de Kevin Spacey en <i>American Beauty</i>. Sin
embargo, la torpeza es molesta para el pequeño mundo que te rodea.
Mi hermano, con el que comparto habitación, es quien especialmente
sufre las consecuencias de lo que yo considero como un don. Suele
colocar todas las noches, en las mismas coordenadas, una botella de
agua para calmar la fatiga del sueño. Uno, que acostumbra a leer y
ver cine de madrugada, intenta ser sigiloso cuando entra en la
habitación, aunque no hay día en que no derribe la botella de agua
y provoque un estruendo en el silencio, parecido al de un ejército
de elefantes intentando conquistar la casa.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">
Hace unos meses, cuando vivía en Alemania, un murciélago se coló
por una pequeña rendija de nuestra habitación. Yo nunca me hubiera
dado cuenta de que semejante animal estaba sobrevolando la cabeza de
Marian y la mía mientras veíamos una serie, hacíamos el amor o
sabrá dios qué tonterías más. Fue Marian quien empezó a
señalarme, azuzada por el pánico, un bulto negro que intentaba
escapar dándose cabezazos con el techo. Cuando consiguió caer al
suelo, se encontraba totalmente destrozado. Aun así, no fui capaz de
atraparlo. El murciélago, magullado y moribundo, me tenía ganada la
batalla psicológica, para desesperación de Marian, que ya bastante
tiene con tener que abrocharse el sujetador ella solita porque yo soy
incapaz.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2fHDslcXhrCd6WlA9iIKSMQdrfWP4hOKPXr3oNmbRORG49jWqES-WlfuHTWRad1umFuWBnSTgIAX_77D66wuP4rg9bOn5XHRcXy2eztR86j49jECtCxkc2wNRFPOShryeSZF3unbQqVE/s1600/american-beauty-kevin-spacey-lester-burnham.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2fHDslcXhrCd6WlA9iIKSMQdrfWP4hOKPXr3oNmbRORG49jWqES-WlfuHTWRad1umFuWBnSTgIAX_77D66wuP4rg9bOn5XHRcXy2eztR86j49jECtCxkc2wNRFPOShryeSZF3unbQqVE/s1600/american-beauty-kevin-spacey-lester-burnham.jpg" height="256" width="320" /></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">
Es agradable sentarse en el sillón, <i>Fosters</i> en mano, y mirar
la ferocidad de un hipopótamo, o las historias de unos ciudadanos
que en realidad no interesan a nadie, porque no eres capaz de hacer
nada por ti mismo. Aunque si alguna virtud echo de menos, es la de
saber tocar un instrumento musical. Últimamente pienso mucho en
apuntarme a clases de guitarra, o de saxofón, o de acordeón mismo,
todo con tal de saber tocar algo. Pero la incertidumbre aletea en mi
nunca como un cuervo y siempre opto por hacer otras cosas más
importantes, como planchar calcetines o beber cervezas. No me va a
ocurrir tocando un instrumento como a Mildred Pierce, que aprende a
trabajar como camarera y finalmente acaba montando un imperio con sus
pasteles. Tampoco pretendo hacerlo para actuar en Benicàssim, ni
siquiera para ir por los bares de los pueblos para que los ancianos
bailen en sus fiestas. El único logro que conseguiría sería el de
tocar algunas notas desafinadas en compañía del alcohol y el
complot amable de tus amigos. Suficiente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una mañana, cuando rondaba los 14 ó 15 años, edad en la que
empiezas a comprender de la pasta que vas a estar hecho, mis padres
decidieron llevarnos a la playa de Cádiz. Hay días en los que el
desastre se te mete en la garganta desde que despiertas, y esa mañana
era uno de esos días. Nada hacía presagiar que un lamentable
incidente iba a dejarme el sabor de la acritud, provocada por la
certeza de que vas a ser un torpe, en los labios. Cuando estábamos
divisando un lugar en el que depositar nuestros tiestos de playa, nos
dimos cuenta de que en esa zona era imposible. Mis padres empezaron a
ponerse nerviosos, y querían salir a toda prisa de aquella parte de
la playa, claro que eso no era tarea fácil. Enfilamos hacia la única
salida que nos ofrecía el recinto, pero estaba tan frecuentado que
nos era casi imposible dar un paso. Para colmo, la resaca -una resaca
que ahora recuerdo como se recuerda la primera vez que tocas a una
mujer- empezaba a agarrarme de las piernas fuertemente. Sin embargo,
mi padre vislumbró una enorme rampa por la que cortar -él era el
único que pensó que eso era posible- camino. Agarró la nevera con
una mano, con la otra una bolsa pesada, y debajo de una de sus axilas
la sombrilla. Se encaminó pendiente arriba sin que ninguno de
nosotros pudiera discrepar sobre su idea. Cuando casi consiguió
remontar la rampa entera, aprecié que no éramos los únicos que
presenciábamos la gesta, un nutrido grupo de curiosos observaba a mi
padre batirse contra la gravedad. Entonces perdió pie. Logró
posicionarse para emprender la pendiente hacia abajo, a pesar del
peso que llevaba encima, que hizo que alcanzara una velocidad
peligrosa. Mientras se deslizaba por la empinada bajada, mi madre
murmuraba para sí <<no, si al final hemos venido a matarnos>>.
Mi padre consiguió salir airoso físicamente de la batalla, pero el
honor de su cordura quedó seriamente lastimado. Nos dirigimos a la
salida del recinto con la cabeza gacha, mi madre pensando en la
vergüenza, yo pensando en que así iba a ser incapaz de tocar nunca
un instrumento.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<span style="line-height: 150%; text-indent: 0.5cm;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Foto:</b> <i>American Beauty</i>. </span> </span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-78307151142104795952014-11-04T12:08:00.002+01:002014-11-04T12:08:29.558+01:00Nos gustaría ser Louie<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
Paco estaba borracho y yo le iba a la caza. Era uno de esos días en
los que no había ocurrido nada, de esos días en los que la botella
aparece como un consuelo. En la calle había mucha gente porque se
celebraba una feria o algo así, después de tres chupitos de
Jägermeister era imposible recordar qué nos había llevado a tal
estado. Paco fue a mear, lo recuerdo nervioso, pero más nervioso lo
recuerdo a la vuelta, cuando se acercó rápido hacia a mí, me
agarró por los hombros y me dijo: <<Estaba meando y había una
mierda en el suelo, le he disparado con el pis hasta que la he
deshecho. Qué estúpido soy, Abraham, podría estar toda la vida en
esa situación>>.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
Lo cierto es que no me pareció estúpido. De hecho, me pareció
alcanzar una lucidez sorprendente con aquel testimonio. La lucidez es
una virtud exclusiva a las cosas que parecen estúpidas, es una
chispa de la que sólo pueden dotarse personas como Paco y como las
madres. Mi madre era capaz, con una pregunta, de cambiarme todas las
intenciones. Por las tardes siempre me preguntaba <<Abraham,
¿quieres un bocadillo?>>, <<No me apetece mamá>>,
respondía yo para que me dejara en paz, <<no te va a
apetecer>>, ordenaba mi madre, y a los dos segundos incrustaba
entre mis manos un enorme bocadillo de nocilla. Todas las tardes era
capaz de engañarme con la misma pregunta.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_LxmUDfY8aqqJZMJuHjraygXIFAOZBpszYL2FZiC4IxSXiY0KL8Fbf4dSEcdABHgnvsk42F6gGeMMHMqQmu45Ogev7OSwrIyOJPItO0JSaA1hOoIeh-W5gUvmOb5zXIXIHRHjZCSFxGA/s1600/Louie.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_LxmUDfY8aqqJZMJuHjraygXIFAOZBpszYL2FZiC4IxSXiY0KL8Fbf4dSEcdABHgnvsk42F6gGeMMHMqQmu45Ogev7OSwrIyOJPItO0JSaA1hOoIeh-W5gUvmOb5zXIXIHRHjZCSFxGA/s1600/Louie.jpg" height="213" width="320" /></a>
En realidad, aspiramos a ser personas con ocurrencias estúpidas
repletas de lucidez. A ser, en definitiva, como mi amigo Paco, las
madres o como Louie, el personaje de la serie de televisión creado
por el humorista Louie C. K. Intuimos que es un personaje inspirado
en él mismo, pero eso carece de importancia. Louie ofrece todos los
rasgos que sospechamos nos harán miserables cumplida la cuarentena.
Y eso es lo que nos gusta. Humorista, divorciado y con dos hijas, el
personaje destripa la sociedad americana y la estupidez humana con
más estupidez. He de reconocer que no he terminado la primera
temporada, pero no importa, desde su primera frase <<tengo 41 y
soy soltero. En realidad, no estoy soltero, solamente estoy solo>>,
uno adivina que se encuentra ante un personaje que te va a narrar
todas las circunstancias más insignificantes -que son las más
geniales- en las que uno se puede encontrar.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<<Es que en los capítulos no ocurre nunca nada>>,
comentan algunos. Qué más da lo que ocurra, ¿acaso en nuestras
vidas ocurren cosas?, ¿alguien considera mayor acontecimiento ser
Enoch Thompson que ser un cuarentón cualquiera que tiene miedo al
dentista, que es depresivo cuando no están sus hijas o que busca a
un amor de la infancia con la que tuvo una relación fallida? Louie,
en cada frase que exhala, nos invita a reflexionar sobre los
problemas cotidianos, como el funcionamiento de los aeropuertos, la
educación de los hijos o la religión. Todo ese contenido está
inmerso en la serie. No es sólo que el personaje hable de cosas
estúpidas, es que ocurren muchas cosas.</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;">Aparte, Louie nos lanza a las partes sombrías de nuestro salón con
un existencialismo duro. Detrás de cada carcajada hay un punto de
patada en los costados, de mueca resignada. Todos sabemos que esto es
una carrera cuesta abajo y Louie nos lo desgrana, a través de la
risa, para que no nos quepa ya ninguna duda. No voy a descubriros
nada nuevo, puesto que la serie se emite desde 2010 y yo acabo de
empezarla, pero os invito a que la desmenucéis tan tarde como yo lo
he hecho, porque es una de las imprescindibles. Recuerdo que hace
poco mi hermana me dijo que tenía mucha barriga. Yo, que ya había
empezado a ver la serie, pensé en contestarle con lucidez
aplastante, pero como ni soy mi amigo Paco ni una madre, sólo pude
acordarme de Louie, cuando en unos de sus monólogos dice: <<Nunca
me acosté con alguien por mi apariencia, en toda mi vida. Lo sé,
nunca gané nada por mi apariencia. No dices: “La estoy perdiendo,
¿qué voy a hacer ahora? Nunca me dio ventaja en la vida>>.
¿No es genial? A todos nos gustaría ser Louie. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="line-height: 150%; text-indent: 0.48cm;"><b>Foto</b>: <i>Louie</i>. </span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-71022526753437803752014-10-21T20:42:00.000+02:002014-10-21T20:42:59.375+02:00Doblar calcetines<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">
Estimada Ana,
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">
Supongo que se habrá preguntado por el extraño motivo de una
ausencia tan prolongada. Todo tiene una explicación. En mi caso, no
debiera ser una excusa, pero si atendemos a la concatenación de los
hechos, si auscultamos la respiración de los actos, he de suponer
que puedo volver a contar con la generosidad de su atención.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Tengo que decirle que acabo de sufrir una mudanza. En realidad no
hace un día, ni dos, ni tres. Fue hace dos meses exactos. Aunque
como sabe, usted que huyó de la provincia a la capital, una mudanza
puede dejarle a uno vacío. A decir verdad, hay pocas cosas que tenga
que contarle, pero he abierto mi ordenador y he notado un agujero
negro en la barriga. No me he asustado, casi que lo esperaba, mas si
he sentido unas ganas horribles por hacérselo saber. Una mudanza
trae consigo cosas tristes, muy tristes, tristísimas. Intentaba
convencerme mientras empaquetaba cajas de que no me dejaría arropar
por el manto de la tristeza. Es inevitable, tiene unas uñas capaces
de abrazarte.
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Para combatir el tedio de las tardes doblo calcetines. Todos. Los de
mi padre, mi madre y mis hermanos. Los doblo y miro por el balcón
como caminan los viejos y las viejas con la rebeca negra recogida,
intentando evitar los saludos de la gente. Y también pasan hombres y
mujeres muy cabizbajos, como si les pesara andar, como si tuvieran
encima ya a la vida aprisionándoles. Yo les digo los hombres
oscuros. No es una ocurrencia mía, por supuesto, no estoy a la
altura de un calificativo tan soberbio, es el título de un poemario
de Julio Mariscal. <i>Pasan hombres oscuros</i>. Ahora no puedo
evitar pensar que el poeta hilvanaba los versos mientras planchaba
calcetines.</span>
</div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifJ9zbCctDPfWb8hbavAse4Eb6J3cM6Jz0GxpkD0116nz2pzYlQ6T_Kmkxn2yoYAMaQO5ASqYkqC4O5tMnBevAcsz-OtML45lx7pv_TucSc2mCKJ47wtyrZiah-XjJcw6wg42lu87kYbM/s1600/Boyhood+(Momentos%2Bde%2Buna%2Bvida)%2B-%2B%2BEllar%2BColtrane%2B(Mason)%2Bfinal.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifJ9zbCctDPfWb8hbavAse4Eb6J3cM6Jz0GxpkD0116nz2pzYlQ6T_Kmkxn2yoYAMaQO5ASqYkqC4O5tMnBevAcsz-OtML45lx7pv_TucSc2mCKJ47wtyrZiah-XjJcw6wg42lu87kYbM/s1600/Boyhood+(Momentos%2Bde%2Buna%2Bvida)%2B-%2B%2BEllar%2BColtrane%2B(Mason)%2Bfinal.jpg" height="178" width="320" /></a><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">En cuanto a aquello del clima, no te voy a negar que he agradecido
unos rayos de sol. El norte de Alemania está demasiado abrigado por
las nubes. La otra mañana me encontraba en Cádiz, ya sabes,
burocracia superflua -en Cádiz me di cuenta que llevo cinco años
con los estudios retrasados, quizás sea un lustro glorioso para mi
futuro currículum-, y me encontré con una chica alemana. Estuvimos
hablando del sol. Uno, que es inocente y cree que la gente no se
arraiga a su tierra, intentó sacarle las tripas de la envidia a la
chica en lo referente al clima. Pero ella, muy rubia y muy segura, me
dijo que ya echaba de menos las nubes. <<Eres muy triste>>,
le dije yo, además en alemán, demostrando que sé medir las
palabras con la gente desconocida, sobre todo con alemanes. Creo que
no le sentó muy bien.
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Aparte del desastre que te deja un cambio de domicilio, una película
sobre mudanzas ha duplicado la voracidad de la hecatombe. La película
se llama <i>Boyhood</i>. En ella, un chico sufre las funestas
consecuencias de andar cada dos por tres de un lado para otro,
amontonando la desdicha de que en realidad, por muchos cambios de
domicilio que hagas, nunca pasa nada. Y en esas ando, conociendo que
nunca he hecho nada en mi vida. <<Es como si siempre es ahora
mismo>>, dice el protagonista de <i>Boyhood</i>. Aunque nada
cambie, eso es lo que nos gusta, querida Ana, estar siempre en la
tarea de doblar calcetines, mirando pasar hombres oscuros, masticando
la desdicha. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><strong>Foto</strong>: <em>Boyhood</em>.
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7345110459651658860.post-2556219184476806672014-10-06T12:33:00.000+02:002014-10-08T01:12:01.919+02:00Muchacho, ¿tienes un cigarro?<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.6cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sentí la desgracia cuando le di
un mordisco al bocadillo de mortadela y tragué papel de plata.
Entonces supe que no había vuelta atrás. Era ese tipo de desgracias
que no sabes cuándo ha llegado, pero que se te agarra a la cintura y
te corre dos boquetitos más del cinturón. Solté los pendientes en
el bolsillo derecho del pantalón, que cayeron en la tela como dos
piedras lanzadas desde un barranco. Recordé las palabras que me dijo
en la clase de Conocimiento del Medio el Lúa: <<Tú no te
achantes, Abraham, el no ya lo tienes por respuesta>>.
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.6cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Así que cuando la vi, con un
chándal de campana y rodeada de amigas, me dirigí a ella, bajo la
atenta mirada del Lúa. Entré en el corro de amigas, pareciendo
que entraba en un país extranjero. <<Me gustas, Flori, te he
comprado estos pendientes>>, le dije, y le entregué dos
zarcillos con forma de F que habían estado saltando entre mis dedos
dentro del bolsillo. Las carcajadas estallaron, tanto que los chicos
que jugaban al fútbol se quedaron mirando. Caí en la cuenta de que
desde las risas estaba en el centro de las miradas de todo el recreo,
que estaba siendo historia viva de 4º, 5º y 6º de primaria.
<<Todavía estás en 4º, no has hecho la comunión y eres muy
menudo, las chicas de 6º no salimos con gente como tú>>, me
dijo con voz chillona. Volvieron a tronar las carcajadas.
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.6cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW47JavKviwKFSlYvEHUs4UOxLd-43QiiTwvn9Nir5WBFim5bxcK6LFja43-SarDaJSDrH2E0H8U_cIosFgx6Zl-nXxIWpf2XiobF7FXYSadccUVHZRmKKUCNSqK_Dl6UQh6Nk7Cnu30U/s1600/Sam+Hess+Lester.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW47JavKviwKFSlYvEHUs4UOxLd-43QiiTwvn9Nir5WBFim5bxcK6LFja43-SarDaJSDrH2E0H8U_cIosFgx6Zl-nXxIWpf2XiobF7FXYSadccUVHZRmKKUCNSqK_Dl6UQh6Nk7Cnu30U/s1600/Sam+Hess+Lester.jpg" /></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Un amor de colegio o de instituto
puede conducir a una desgracia que puedes estar arrastrando toda la
vida. Ocurre en <i>Fargo</i>, la serie de televisión basada en la
película de los hermanos Coen, cuando Lester Nygaard se encuentra
con Sam Hess -un antiguo compañero de instituto estúpido, de esos
que te dolía encontrártelos por la calle cuando ibas con tu madre-
acompañado de sus dos hijos, más estúpidos si cabe. Sam comienza a
contarles las putadas que le hacía a Lester cuando estaban juntos en
el instituto. Lester lo aguanta, enterrando la vergüenza. Sólo se
altera un poco cuando Sam le recuerda que su actual mujer, que ya era
novia en el <i>high school</i>, le hizo una paja en el baile de fin
de curso. A partir de ahí la vida de Lester se convierte en una
trabazón de asesinatos, mentiras y huidas de la policía para
sortear la inevitabilidad de la muerte.
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.6cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Estoy seguro de que Lester no
imaginó, ni por un segundo, que las palabras de Sam desembocarían
en una concatenación tan seria de desgracias. Pero la desgracia no
necesita de avisos ni cosas por el estilo. Simplemente está ahí, a
la espera de que te raspes con la lija del estropajo, de que te salte
el aceite en la camiseta, de que firmes un contrato de trabajo, como
le sucede a Larsen cuando acepta el cargo como Gerente General
de una empresa importante, en <i>El Astillero</i>, la novela de Juan
Carlos Onetti. Desde que lo acepta lo inundan la tristeza y el plomo
de la existencia, el llanto silencioso y el paso lento. <<Esta
es la desgracia -reflexiona- […]. no es que venga y se quede, es
una cosa distinta, nada tiene que ver con los sucesos, aunque los use
para mostrarse; la desgracia está, a veces. Y esta vez está, no sé
desde cuándo>>.
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.6cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El caso es que la semana pasada,
para huir del desastre, me refugié en la barra del bar de siempre.
Mientras contemplaba flotar los dos cubos de hielo del gin tonic, una
voz chillona irrumpió por la puerta. Iba rodeada de un corro de
amigas. Al principio pensé que era una chica más. No le hice caso.
Era un poco chabacana hablando y algo escandalosa. Pero al pararme en
sus facciones, al poner el oído en la cuchilla de su voz, supe que
era la Flori. Me puse algo nervioso, pero nada grave, ninguna
urgencia que no pudiera superar con un trago largo. Al rato, cuando
los cubos de hielos no eran más que dos lágrimas flotantes, sentí
una mano azotándome el hombro y escuché: <<Muchacho, ¿tienes
un cigarro?>>. El cigarro se me cayó cuando se lo ofrecí y el
corro de amigas tronó en carcajadas de nuevo. Supuse la tragedia.
Apuré el vaso y me marché a casa.
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.6cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El hambre acudió a mí cuando
abrí la puerta. Imaginé que eran los nervios. Me dirigí a la
cocina y vi encima de la encimera un plato de filetes empanados.
Agradecí tener una madre. Pero cuando di un mordisco, una viscosidad
inmunda trepó por mi lengua. No eran filetes empanados, eran
berenjenas rebozadas. Vomité en el fregadero. Abandoné la tarea de
recogerlo para el día siguiente, ajeno a que aquello era un acicate
para una bronca monumental. Luego me acosté, con la desgracia en el
estómago, pero orgulloso porque la Flori me había pedido un
cigarro. Le había ganado una trivial batalla a la infancia.
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.6cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.6cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Foto</b>: <i>Fargo</i>. </span></div>
La enfermedad de las Turashttp://www.blogger.com/profile/16027362004276207124noreply@blogger.com3